El oro ha registrado su mayor movimiento en más de siete años: ha caído un tremendo 5%. En una sola jornada, el metal precioso se ha desplomado de máximos de tres semanas a mínimos de cuatro meses.
Los fundamentales que han impulsado este drástico movimiento fueron igualmente dramáticos. El catalizador fue la noticia de que el fabricante de medicamentos Pfizer (NYSE:PFE) sobre su gran avance en la búsqueda de una vacuna contra el coronavirus. La gran compañía farmacéutica dijo que su tratamiento experimental ha demostrado una eficacia de más del 90% en lun fase avanzada de un ensayo. Pfizer y su socio alemán BioNTech quieren solicitar la autorización de uso de emergencia en Estados Unidos antes de fin de mes.
Después de que los recientes contratiempos presionaran a otros competidores biotecnológicos, las noticias positivas de Pfizer volvieron a incitar a los inversores a la compra de activos de riesgo, ya que imaginan un mundo de vuelta en la normalidad, sin el miedo asociado con la peor pandemia mundial de los últimos 100 años. Al mismo tiempo, vendieron sus activos de refugio seguro, el papel de inversión clave del oro.
Los técnicos del metal precioso, sin embargo, parecen señalar que todavía hay una persistente demanda de oro, y que el movimiento de ayer no fue más que una reacción refleja. Esto encaja con el estado actual de una serie de otros fundamentales.
Para empezar, la economía mundial golpeada por el COVID-19 sigue necesitando una considerable cantidad de apoyo. En segundo lugar, sólo 50 millones de dosis de la vacuna de Pfizer estarán disponibles una vez que cumpla los requisitos reglamentarios. Eso, por supuesto, no será suficiente para proteger a todo el mundo, lo que significa que el fin del virus no es tan cercano como los mercados han asumido inicialmente y un regreso a la vieja normalidad no está necesariamente a la vuelta de la esquina.
Por último, en los últimos meses, los activos de riesgo se han visto impulsados principalmente por la continua expansión cuantitativa y los tipos de interés históricamente bajos. Así que la narrativa del mercado parece haber pasado por alto la posibilidad de que el oro reciba un apoyo sustancial como cobertura contra la devaluación de la moneda, que es lo que sucederá con la continua expansión cuantitativa y los tipos de interés superbajos.
Así, la medida de ayer no podría considerarse más que un error. Los traders inteligentes deberían tomar nota.
A pesar de la peor venta del metal precioso en años, hubo suficiente demanda para proporcionar apoyo por encima de la cuña descendente alcista tras una tendencia alcista— ya que despejó toda la oferta y proporcionó un repunte al alza, lo que indica una reanudación de la tendencia alcista subyacente.
Estrategias de trading
Los traders conservadores esperarían a que el precio supere los 1.975 dólares, para tener una evidencia de que toda la oferta ha sido absorbida y la demanda permanece intacta.
Los traders moderados podrían posicionarse en largo con otra vela normal, larga, que demuestre el apoyo.
Los traders agresivos suelen arriesgarse a posicionarse contracorriente, en largo en este momento, para aprovechar una relación riesgo-recompensa excepcionalmente favorable. Sin embargo, deben tener en marcha un plan de trading ajustado con el que mantener el control de la relación riesgo-recompensa. Aquí tenemos un ejemplo.
Ejemplo de operación:
Entrada: 1.868 dólares
Orden de minimización de pérdidas: 1.848 dólares, mínimos de ayer
Riesgo: 20 dólares
Objetivo: 1.968 dólares, por encima de los máximos de ayer
Recompensa: 100 dólares
Relación riesgo-recompensa: 1:5
Objetivo secundario: 2.068 dólares – por debajo de los máximos históricos del 7 de agosto
Recompensa: 200 dólares
Relación riesgo-recompensa: 1:10