Los inversores que busquen una mayor rentabilidad por dividendo no deberían ignorar a Chevron (NYSE:CVX). Tras el duro golpe financiero que sufrió durante la pandemia el coloso del petróleo y el gas, al desplomarse la demanda de crudo, el gigante energético estadounidense se está recuperando y devolviendo más efectivo a los inversores.
En su última actualización, la empresa californiana integrada de energía, productos químicos y petróleo anunció la reactivación de su programa de recompra de acciones a partir de este trimestre, con el objetivo de devolver entre 2.000 y 3.000 millones de dólares al año a los inversores. El programa de recompra de Chevron se suma a un aumento del dividendo a principios de este año, cuando se convirtió en la única de las grandes petroleras occidentales en elevar el pago por encima de los niveles anteriores a la pandemia.
Con este aumento, Chevron paga ahora un dividendo trimestral de 1,34 dólares por acción, lo que, a su precio actual de 97,84 dólares al cierre del martes, se traduce en una rentabilidad anual del 5,5%. Pero antes de posicionarse en las acciones de Chevron, es importante analizar si este plan de dividendos y recompra de acciones es sostenible, especialmente cuando los mercados del petróleo siguen siendo volátiles en pleno auge de la variante Delta, que sigue disparándose a nivel mundial.
Desde el punto de vista de la directiva, la empresa está ahora en una posición mucho mejor para mantener su programa de dividendos. Tras obtener en el segundo trimestre sus mayores beneficios desde la época prepandémica, Chevron mantiene su estricto control del gasto, con una reducción de los gastos de capital del 32% en lo que va de año con respecto a hace un año.
Un ratio de endeudamiento más bajo
Otro punto fuerte que diferencia a Chevron de sus rivales: la empresa entró en la pandemia en una posición financiera más fuerte, con una carga de deuda baja, lo que sugiere que tendrá que destinar menos efectivo al servicio de su deuda. Con un 22,4%, Chevron tiene el ratio de endeudamiento más bajo de entre las grandes petroleras, incluidas Exxon Mobil (NYSE:XOM) y British Petroleum.
El director financiero, Pierre Breber, declaró a Bloomberg el mes pasado que las recompras se mantendrán incluso en periodos de precios más bajos del petróleo.
"En la teleconferencia de presentación de resultados del último trimestre, dejé claro que iniciaríamos una recompra cuando estuviéramos seguros de poder mantenerla durante todo el ciclo. Nuestra intención es mantenerla durante varios años".
La mayoría de los analistas parecen estar de acuerdo con la visión de la directiva de Chevron sobre las perspectivas futuras de la empresa. Según el precio objetivo estimado por 29 analistas encuestados por Investing.com, las acciones de Chevron tienen un potencial alcista del 26% en los próximos 12 meses frente a sus niveles actuales.
Gráfico: Investing.com
Según BMO Capital Markets, las acciones de Chevron están infravaloradas, dada la capacidad de la empresa para generar importantes flujos de caja en los próximos 18 meses. En una reciente nota a los clientes, el banco declaraba:
"Esperamos que Chevron logre en 2021 y 2022 un [flujo de caja derivado de las operaciones] de 27.100 millones de dólares y 33.500 millones de dólares, lo que equivale a un [flujo de caja libre] de 17.900 millones de dólares y 22.600 millones de dólares. En los últimos seis meses, las acciones de Chevron han quedado rezagadas con respecto a otros productores upstream, a pesar de tener un apalancamiento de flujo de caja similar a los precios más elevados del petróleo".
Chevron dijo en marzo que debería generar 25.000 millones de dólares de efectivo libre por encima de su dividendo hasta 2025 si el crudo Brent se mantiene en 60 dólares. De cara al cierre de contrato de octubre, el Brent se situaba el martes en 70,64 dólares. BMO ha asignado a Chevron un precio objetivo de 123 dólares por acción. Esto supone una subida de alrededor del 26% frente al cierre del martes.
Resultado final
Entre los grandes productores de petróleo, Chevron está en una fuerte posición para devolver más dinero a los inversores tras un año de apretarse el cinturón y hacer frente a la desaceleración provocada por la pandemia. Esta perspectiva alcista hace atractivas sus acciones para los inversores que intentan generar ingresos pasivos a través de los dividendos.