Clásico lunes de agosto en los mercados

El verano toca a su fin, pero los mercados financieros tienen el clásico día de lunes de agosto. Lo peor de esta jornada es el lado político de la ecuación, con las alarmantes noticias que nos llegan de Egipto y Siria y que nos recuerdan que las cosas no siempre son tan fáciles como pudieran parecer y que es importante vigilar el horizonte por si surgen problemas imprevistos.

El simposio de Jackson Hole ya es historia y ha tenido un impacto mínimo. Poco se ha sacado del debate sobre los efectos de la política monetaria de EE UU y de otros países consolidados en el mundo, en especial sobre los mercados emergentes. La llamada del FMI a favor de más coordinación a nivel de los bancos centrales ha caído en oídos sordos. Esto pone a las economías emergentes en una gran desventaja, pero puede que los pueda obligar a vigilar un poco mejor sus respectivas políticas monetarias. El crecimiento descontrolado tiene consecuencias a largo plazo, a pesar de la abundancia que se siente en el ambiente en este momento.

El mercado FX se mueve por ahora en un rango estrecho, sobre todo a causa de la falta de noticias. Japón empieza a plantearse los efectos de una posible subida de tasas, que podría ser positivo o negativo para la economía. Por un lado, la deuda del país continúa creciendo, de modo que un aumento de las tasas podría ayudar a mitigar el problema, pero también podría tener el riesgo de debilitar la economía, ya que la demanda interna sigue bajando, continuando así con el ciclo de la deflación que la Abenomics trata de vencer. Si este fuera el caso, puede que se necesiten incluso más estímulos monetarios del Banco de Japón, lo que, en conjunción con el ajuste de la Fed, podría catapultar al yen por encima de 100. Ahora mismo, el USD/JPY descansa en el nivel de 98,50.

Los únicos datos económicos de la sesión asiática proceden de Nueva Zelanda, país que muestra un déficit comercial mayor del esperado. Esto hizo caer al kiwi bajo 78 frente al USD, pero luego se recuperó a 0,7840, gracias a los comentarios de S&P 500 que fortalecieron las expectativas de una subida de tipos.

Pocas noticias en la zona euro, pero esta semana tendremos un par de lecturas de Alemania, entre ellas la tasa de desempleo, el IPC y los datos de sentimiento del consumidor. Así que, es importante mantener la vigilancia sobre la economía alemana, ya que es la que mantiene a flote a la zona euro y las elecciones se acercan rápidamente. Cualquier resbalón importante y podríamos empezar con la típica retórica política que funciona bien a nivel local pero que podría ser perniciosa a nivel mundial. El EUR/USD está plano en el pivote diario en 1,3375.

Hoy están cerrados los bancos en el Reino Unido, y tampoco esperamos grandes noticias esta semana, de modo que la libra esterlina podría beneficiarse de los flujos de capitales si es que la situación de los mercados emergentes continúa empeorando.

Esto nos deja con el dato de bienes duraderos en EE UU, que conoceremos a las 8:30 EST. Se espera una bajada del 4% tras la subida del 3,9% del mes pasado. Esta semana también oiremos a algunos de los miembros de la Fed, que podrían tratar de ofuscar aún más a los mercados. Aún se oye hablar de la reducción de la flexibilización cuantitativa, y el mal dato de ventas de viviendas nuevas de la semana pasada volvió a poner sobre la mesa la posibilidad de retrasar la reducción.

Cierto que casi todo el mundo cree empezará, efectivamente, en septiembre, pero el informe de empleo no agrícola de la semana que viene podría ser lo que acabara inclinando la balanza de un lado o del otro. Los datos económicos han sido buenos últimamente, pero no demasiado, y la tasa de paro es un elemento importante para la Fed. Muchos datos nos pintan un buen panorama general sobre la marcha de la economía, pero, de hecho, es la contratación la que guía la economía últimamente.

Así que, lo que yo creo es que, aunque los datos han sido buenos, los que importan más para la economía han sido bastante tibios. La inflación ya preocupa a nadie, e incluso la flexibilización cuantitativa adicional que la Fed considera empezar a reducir no podrá mover demasiado el panorama.

Pero si el mercado de deuda cree lo contrario (y puede que el aumento de la rentabilidad que hemos visto los últimos días apunte precisamente en esa dirección), entonces incluso un aumento de los interesas podría hacer descarrilar cualquier avance que hayamos visto hasta hora y volver a lanzarnos a un escenario económico de crecimiento aún más lento.