La reciente reactivación de los temores sobre la solvencia del sistema bancario europeo que tiene al Deutsche Bank (DE:DBKGn) en el eje de la tormenta, posicionó a los bonos CoCos en el centro del debate. Pero, ¿que son estos activos y por qué acapararon la atención de los mercados en las últimas semanas?
Los bonos conocidos como ‘CoCos’ deben su nombre a la abreviación de Convertibles Contingentes y funcionan de la siguiente manera: son emitidos por bancos como bonos tradicionales que pagan un cupón determinado hasta su vencimiento, pero se convierten automáticamente en acciones cuando los emisores atraviesan dificultades financieras. La conversión ocurre cuando los niveles relativos de capital respecto del total de los activos se reducen por debajo de un umbral predeterminado por el emisor. De esta manera, se espera que desapalanquen automáticamente a los bancos cuando estos enfrentan problemas de solvencia.
Estos bonos aterrizaron en los mercados luego de la crisis global de 2008 como un mecanismo alternativo a los rescates gubernamentales para la absorción de pérdidas bancarias ante la ocurrencia de nuevos colapsos financieros, trasladando así el costo de los contribuyentes a los inversores.
Muchos bancos europeos incursionaron con grandes emisiones en esta nueva clase de bonos motivados por los cambios en el marco regulatorio diseñado post-crisis: si bien los reguladores elevaron los requerimientos de capitales mínimos de los bancos como una medida para fortalecer los niveles de solvencia, permitieron la inclusión de los CoCos como parte del capital regulatorio por su capacidad de actuar como colchón de capital.
Distintos bancos europeos ya colocaron CoCos por más de 100 mil millones de dólares desde 2013, encontrando inversores muy dispuestos tomar un riesgo adicional de una potencial conversión en acciones a cambio de una tasa que oscila en torno a un 7%, en un contexto de tasas de interés negativas.
Sin embargo, en las últimas semanas se encendieron por primera vez las alarmas y los precios de los CoCos se desplomaron alcanzando mínimos históricos., ¿Cuáles fueron las causas de esta estrepitosa caída?
El estancamiento que aún atraviesan las economías europeas, la desaceleración de China y la pronunciada caída del precio del petróleo configuraron un escenario muy desfavorable para la banca europea en las últimas semanas. Las acciones del Deutsche Bank, uno de los mayores emisores de CoCos, se desplomaron más de un 30% en lo que va del año, generando temores sobre la capacidad de pago de intereses y la conversión de estos bonos en acciones. El derrumbe se trasladó directamente a los precios de los CoCos, observando una correlación preocupante entre la cotización de las acciones y estos bonos.
El seguimiento de estos sucesos por parte de los inversores arrastró una oleada de ventas en el mercado de CoCos. El índice de Merrill Lynch de Capital Contingente, que monitorea todas las emisiones públicas a nivel mundial de esta clase de activos, alcanzó mínimos históricos el 12 de febrero de este año, tocando un valor de 88,79.
Fuente: BOFA Merrill Lynch Contingent Capital Index
Esta caída evidencia la existencia de una serie de riesgos inherentes a estos activos que no venían siendo reflejados en su precio. Entre ellos, un desplome de las acciones expone a los bonistas al riesgo de la convertibilidad de sus títulos, quienes se verían motivados a cubrir sus pérdidas potenciales por alguna de las siguientes alternativas:
(I) vender los CoCos, lo cual podría profundizar la baja de su cotización, o
(II) shortear las acciones, provocando la caída de su valor, lo cual a su vez podría precipitar una venta masiva por parte de los accionistas para evitar los efectos dilutivos de una conversión. Estas manipulaciones de mercado potenciarían aún más la baja, concretando la conversión.
Esta suerte de profecía auto cumplida ¨aún no se pudo verificar en los mercados por el corto tiempo que tienen de vida estos títulos pero si este comportamiento se convalidara, se desvirtuarían los beneficios de una conversión. Paradójicamente, la señalización negativa que transmitiría en los mercados , podría terminar provocando la necesidad de una intervención gubernamental como garante de última instancia.
Deberemos esperar la respuesta de los mercados ante la inminencia de una conversión de CoCos para verificar si efectivamente sirven como una herramienta preventiva de crisis sistémicas de solvencia o realmente son un artilugio diseñado por los bancos para adecuarse a las nuevas exigencias regulatorias de capital. De cualquier manera, la complejidad intrínseca de su estructura no lo hace un instrumento apto para cualquier tipo de inversor.