Correr detrás del precio, de los mercados. Una práctica muy habitual entre los inversores, con unos resultados en la inmensa mayoría de las ocasiones coincidente: pérdida de dinero.
Y es que no por moverse el mercado en una dirección es señal de que hay que entrar. Todo buen inversor que se precie sabe que lo primero es identificar una tendencia y lo segundo corroborarlo mediante filtros.
Esto significa que si el mercado lleva una clara dirección, bien al alza o a la baja, el hecho de haber identificado una tendencia es una acción no exenta de riesgo implícito, ya que puede ser un movimiento falso o errático. Es por ello que se hace del todo necesario implementar algún filtro de confirmación, que si bien tampoco está exento de fallar, al menos y a la larga las probabilidades de error se minimizan considerablemente.
Por regla general, todo esto que les estoy comentando se hace obligatorio cuando la volatilidad es elevada, ya que a un movimiento fuerte al alza le sigue otro de la misma proporción (o incluso mayor) a la baja y así sucesivamente.
En estos casos, un filtro que siempre es muy interesante (en menor medida cuando el mercado está muy lateral) es esperar a la rotura de un soporte o de una resistencia y si a ello le añadimos esperar a que se produzca un pullback o un throwback mejor que mejor.
La Teoría de Dow (que es la base del análisis técnico) nunca pretendió adivinar la dirección del próximo movimiento del mercado y tampoco anticiparse al mismo. Precisamente se basaba en los dos pilares que les he indicado anteriormente: identificar una tendencia (su dirección) y esperar su confirmación mediante algún filtro.
Muchos inversores siempre utilizaron estas premisas como base principal de su crítica a la Teoría de Dow, aludiendo que entonces siempre se entraría tarde en el movimiento.
Quienes piensan así es evidente que no están muy puestos (más bien nada) en este sector. Fíjense que si se ha detectado una tendencia y está filtrada, el precio tendrá un recorrido suficiente en la mayoría de las ocasiones como para que sea perfectamente válido se entre al inicio o se entre una vez confirmado, por no hablar que es preferible entrar más tarde pero más “seguro” en vez de anticiparse siempre, porque tarde o temprano este tipo de inversor denominado lumbreras será cazado por el mercado en toda su plenitud.
¿Y por qué les estoy hoy hablando de todo esto? Recordarán que en el Editorial del 10 de enero y del 17 de enero ya les comenté que las caídas no habían acabado, que esto estaba aún lejos de terminar y que ya empezaban a aparecer los adivinos comprando en busca de suelos y otras cosas esotéricas.
Pues bien, a modo de ejemplo, el Ibex español y el Dax cayeron desde entonces casi 600 puntos, nada, una minucia.
Todo llegará, no se impacienten. Los que trabajan con futuros, cfds, Forex, etc, no tienen problema, pueden operar al alza y a la baja, no tienen necesidad de buscar techos y suelos con tanto ahínco. Otra cosa son los inversores en acciones tradicionales, que sólo pueden comprar y sólo les interesa que suba el mercado. Sea cual fuere su caso, estimado lector, tranquilo, paciencia y disciplina.