El Banco Nacional de Suiza (BNS) no se está moviendo, poco dispuesto a perturbar la narrativa actual del mercado. Desde el punto de ventaja del BNS, las condiciones macroeconómicas y domésticas se encuentran en una zona de acción de la política actual.
La tasa de inflación ha mejorado, pero está muy lejos de la tasa objetivo del BNS, mientras que el CHF corto está en la mayoría de las previsiones de los mejores analistas para 2018. Mientras tanto, todo el panorama de crecimiento ha mejorado, liderado por la exportación y la fabricación, con el apoyo de un CHF débil.
El BNS permanecerá al margen, manteniendo las tasas sin cambios y reiterando su compromiso de intervenir en los mercados de divisas cuando sea necesario.
Los miembros del BNS seguirán sonando precavidos sobre la creencia de que las tasas de cambio del CHF permanecerán sobrevaluadas. A pesar de la mejora del entorno, es poco probable que el BNS se adelante al ajuste del Banco Central Europeo (BCE). Esto pondría la primera subida hasta bien entrado 2019, lo que indica que el precio actual es demasiado optimista. Seguimos tomando posiciones largas en el EUR/CHF.