Tras las últimas declaraciones de Theresa May, hemos podido ver cómo el par GBPUSD no paraba de subir, y es que la Primera Ministra dejó caer la posibilidad de que un aplazamiento del Brexit estaría respaldado por ella en caso de no llegar a un acuerdo ya que una salida de la Unión Europea sin acuerdo con Bruselas no es un escenario que se deba barajar. Ante la inminente subida, se hace necesario que llevemos a cabo un análisis exhaustivo de los gráficos para estudiar cuál es la situación en estos momentos.
Por lo pronto, observamos en el gráfico de largo plazo de la imagen que el precio, a nivel histórico y a largo plazo, ha llegado a una importante resistencia, la de 1,33, que representó un fuerte rechazo para este mercado tras la primera caída provocada por el Brexit. De esta manera, tenemos que tener en cuenta que un hipotético aplazamiento, aunque generaría una mayor tranquilidad, a la larga, siempre y cuando, Bruselas se siga negando a renegociar, no supondrá ninguna solución, ya que el problema sigue ahí. Es por ello que las compras siguen sin ser la opción más rentable, y siempre y cuando el gráfico no logre romper dicha resistencia, seguiremos viendo caídas. De momento, hasta un primer objetivo de 1,317, y de ahí pasaríamos a 1,304. Como vengo diciendo estos días, es preciso mantener mucha precaución en la operativa de un par tan inestable como este.
Por otro lado, si valoramos las tendencias de corto plazo de este par, observaremos que en el día de ayer la acelerada llegó a romperse, lo que nos indica que, controlando los soportes fundamentales más importantes, el mercado debería seguir cayendo hasta encontrar apoyo en una tendencia más general, la que podemos apreciar en la siguiente imagen, y que además no se considerará rota para seguir generando nuevas caídas con mayor fuerza y con una nueva tendencia bajista consolidada hasta que, por el momento, el precio no sea capaz de romper el mínimo de 1,2975 y hacer mínimos más bajos así.