Este artículo se publicó en inglés el día 25 de mayo de 2016
Aún queda más de una semana para la próxima reunión de la OPEP, que tendrá lugar en Viena, Austria, el próximo jueves 2 junio, pero la estratégica postura política de la mayoría de los productores de petróleo ya se está caldeando.
1) Rusia ha anunciado que no asistirá a la reunión de junio de la OPEP
Rusia no es miembro de la OPEP, y el ministro del petróleo Alexander Novak está intentando quitarle importancia a la OPEP en el mercado del petróleo recordándole a todo el mundo que la colaboración de Rusia en cualquier congelación o recorte de los niveles de producción es imprescindible. También ha criticado la gestión de la OPEP poniendo en cuestión los recientes aumentos de la producción de la organización. “Las estimaciones acerca del considerable aumento de la producción de los países miembros de la OPEP son ligeramente exageradas”, afirmó.
La OPEP ha anunciado un aumento de 484.000 barriles al día en abril, mientras que Novak afirmaba que el total estaba más cerca de 100.000. No es muy probable que Rusia tenga mejores datos sobre la producción de la OPEP que la misma OPEP pero el mensaje de Novak ha sido claro: Rusia no será ignorado. Por otra parte, la producción de petróleo de Rusia ha descendido con respecto a los máximos históricos registrados en marzo. Puede que la bravuconada de Novak sea un intento de cubrir futuras caídas de la producción de Rusia.
2) Irán anunció que no congelará sus niveles de producción
Se ha especulado mucho en prensa sobre que la congelación de la producción podría vislumbrarse en el horizonte desde que se informó de que la producción de petróleo de Irán alcanzó los 4 millones de barriles al día, nivel en que el ministro del petróleo, Bijan Namdar Zangeneh, indicó que su país se uniría a las conversaciones entre miembros y no miembros de la OPEP sobre la congelación de la producción. No obstante, como he mencionado antes, Iran no tiene ningún incentivo para acordar la congelación de la producción de petróleo. La semana pasada, el ex ministro del petróleo iraní y director gerente de la Corporación Nacional del Petróleo de Irán, Rokneddin Javadi, confirmó explícitamente la postura de Irán. “El Gobierno no tiene por ahora ninguna intención de congelar o interrumpir el aumento de su producción de petróleo y las exportaciones basadas en los planes que se están llevando a cabo”. Quizá Irán no pretendió nunca entrar en conversaciones para congelar los niveles de producción.
3) Las cifras de Irán no cuadran
Según el Financial Times, Irán sólo produjo 3,6 millones de barriles al día en abril, no los 4 millones de barriles al día que dice haber registrado Irán. Javadi afirmó que la actual producción de Irán y el aumento de producción previsto (otros 200.000 barriles al día durante el verano) no incluyen condensados de gas, un tipo de petróleo ultraligero que es un subproducto natural de la producción de gas natural. Durante el régimen de sanciones, Irán siguió produciendo y exportando estos condensados porque técnicamente no les afectaban las sanciones sobre el petróleo.
Es importante separar las cifras de los condensados de gas del resto de las cifras sobre la producción de petróleo iraní. Incluirlas exageraría lo bien que se recupera la industria del petróleo de Irán tras las sanciones. Irán ha seguido exportando en torno a 300.000 barriles al día de condensados de gas, lo que supondría una discrepancia entre la producción que ha anunciado Irán y la que indican otras fuentes. Javadi podría estar amañando las cifras por motivos políticos.
De hecho, hace poco ha dimitido como director gerente de la Corporación Nacional del Petróleo de Irán, supuestamente a causa de sus diferencias de política con el ministro del petróleo. Javadi podría oponerse a los contratos internacionales de petróleo que Zangeneh pretende anunciar en julio. Algunos informes indican que ha sido nombrado jefe de los proyectos petroleros de la “economía de resistencia” del Ayatolá Jamenei. Hay que ser precavido con las cifras de producción que vienen de Irán, porque pueden no ser lo que parecen.
4) Las tendencias de los precios no acaban de enderezarse
Los precios del petróleo subieron la semana pasada debido a las interrupciones de la producción de Libia, Nigeria, Canadá y Venezuela, y el petróleo almacenado no se ha usado para aliviar una caída de la producción del suministro de 2,5 millones de barriles al día. Las instalaciones de almacenamiento de petróleo funcionan a pleno rendimiento, lo que significa que estas interrupciones del suministro no están ayudando realmente a resolver el problema de la superabundancia de reservas a escala mundial, sino sólo poniéndolo en pausa. En un mercado en el que se producen 80 millones de barriles de petróleo al día, esta interrupción es relativamente insignificante. De hecho, los aumentos en la producción de Arabia Saudí (cuya capacidad de excedente es normalmente de unos 1-2 millones de barriles al día), Irán y Estados Unidos podría reemplazar fácilmente el déficit. Dicho de otra forma, no contemos con que los precios sigan subiendo al mismo ritmo que lo han hecho en mayo.
Hay algunas cuestiones que preocupan a los países miembros de la OPEP y a los observadores de la OPEP mientras se preparan para la reunión de junio. Aunque estas cuestiones han sido resueltas (Libia), se resolverán en un futuro próximo (Nigeria, Canadá) o puede que no se resuelvan durante un tiempo (Venezuela), todos pueden arreglarse en algún momento.
La postura de Rusia no debería cogernos por sorpresa porque Rusia no es miembro de la OPEP. Sin embargo, tras el fracaso de la reunión de miembros y no miembros de la OPEP en Doha, Catar, el pasado mes de abril, los representantes de los asistentes acordaron reunirse de nuevo en 2016. El ministro del petróleo de Rusia, Alexander Novak, sólo quiere asegurarse de que todo el mundo sabe que la reunión de junio de la OPEP no es esa reunión, y como Rusia no asistirá, esta reunión de la OPEP no debería considerarse especialmente importante. De hecho, siguió criticando la gestión de la OPEP poniendo en cuestión los recientes aumentos de la producción de algunos de los países miembros.
Irán parece estar teniendo problemas a la hora de atraer la inversión extranjera que necesita para que sus yacimientos petrolíferos vuelvan a funcionar a pleno rendimiento, pero Javadi afirma que prevé nuevas oportunidades de inversión extranjera en julio. Hasta entonces, al menos, la producción de irán se mantiene en cifras inciertas.
Seguid pendientes de más análisis para examinar los objetivos de los principales actores según se incorporan a la reunión.