EE UU es el país del mundo con mayores reservas de oro, de 261,5 millones de onzas. Con la bajada del metal precioso en estos últimos días, que es ya del 13%, el valor de estas reservas ha caído en 51.000 millones, lo que equivale a $160 por cada ciudadano estadounidense.
Las reservas mundiales en bancos centrales suman unos 1.020 millones de onzas, de modo que, en dos días, se han destruido 200.000 millones de dólares.
Suiza, para ser un país tan pequeño, tiene una importante reserva de oro de 33,4 millones de onzas. El Banco Nacional Suizo ha invertido miles de millones en el comercio de EURCHF y, en dos días, ha perdido otros 6.000 millones en oro, que es alrededor del 1% del PIB del país.
Una cosa que hay que recordar es que la mayor parte de estas reservas se acumularon a precios mucho más bajos, de modo que se puede decir que aún está bien, pero también se podría argüir que la falta de rentabilidad frente a la inflación es una pérdida.
Hay excepciones: Turquía y Brasil casi doblaron sus reservas de oro durante el año pasado. Rusia, Kazajstán, Ucrania, México y Corea del Sur también han sido compradores importantes.