El dato de empleos de Estados Unidos puede confirmar lo que distintos miembros de la Reserva Federal (Fed) vinieron sugiriendo en las últimas semanas: el miércoles próximo habrá un aumento de tipos de interés.
Dicha posibilidad fue prácticamente sellada por la titular del organismo, Janet Yellen, en su presentación del pasado viernes, en una conferencia en la que señaló que si los datos a publicarse están en línea con lo esperado, habrá incremento de tipos este mes.
Justamente, el dato más importante de los que habló Yellen es el de la fecha. Al respecto, se espera que la generación de empleo haya sido sensiblemente menor en febrero que en enero, pero aún así la cifra se acercaría a los 185.000 puestos de trabajo. Una cifra que viniendo de pronósticos que se equivocan por decenas de miles de nóminas, no suena muy creíble. Sobre todo cuando el miércoles la encuesta ADP de empleos privados ofreció una cifra sin precedentes desde diciembre de 2011, cuando se crearon más de 300 puestos.
El dólar muestra, en este contexto, una tendencia alcista más notable en algunos casos que en otros. Esto se debe a que si bien hay una cierta confirmación del alza de tipos la semana próxima -en otras palabras, una declaración de guerra de Yellen contra el Gobierno de Donald Trump, prevista por otra parte-, las monedas líderes no pasan por buenos momentos.
El caso más notorio es el de la libra esterlina, que se encuentra a expensas de lo que decida el Parlamento británico respecto al Brexit. Decididamente, los parlamentarios buscan algún motivo válido, y que no los haga quedar en ridículo ante el mundo, para postergar sin fecha definida la salida de Reino Unido de la Unión Europea, una idea cuyas raíces vienen de cuestiones geopolíticas, pero que si se confirma impactará en forma muy negativa en la economía británica.
Mientras tanto, la libra trata de no perder la zona de 1,20, y aunque creemos firmemente que ganará mucho terreno durante el año, estos momentos son de zozobra para una moneda que tradicionalmente no cae de 1,50, y no supera 1,60 ante el dólar.
El euro no tiene tantos motivos para caer en lo inmediato, aunque los tendrá más adelante, después de la confirmación de que el Banco Central Europeo (BCE), realizará colocaciones de dinero por tiempo indefinido, a razón de 60.0000 millones de euros mensuales, como lo advirtió el jueves su presidente, Mario Draghi.
El yen se mueve en otra dirección, vinculado a las noticias de Japón, al rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, y a las medidas que toma Trump. Pero su destino también aparece cerca de 118 en no mucho tiempo.
Nos espera entonces una sesión americana muy movida, sobre todo a partir de la apertura de la sesión americana, y con la expectativa que siempre genera el dato de empleos.