A la mayoría de aspirantes a trader les sucede esto; son muy buenos operando en simulado, operan con disciplina férrea, entienden y respetan las normas de su sistema y su plan de trading, pero cuando pasan a real todo esto se derrumba cómo un castillo de naipes. ¿Qué sucede en esa primera transición a real?
DISTINGAMOS “SABER” DE “HACER”
Hay dos tipos de enseñanza cuando aprendemos una metodología para operar mercados:
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Conocimiento teórico (vamos a llamarlo “SABER”)
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Habilidad práctica (vamos a llamarlo “HACER”)
La primera, “SABER”, se refiere a todos los conocimientos de tipo teórico que debemos asimilar antes, incluso, de pasar al simulador, mientras que “HACER” se refiere a la pericia a la hora de poner en práctica la teoría aprendida. El “HACER” siempre tiene un tiempo de simulación para afinar y pulir todo el conocimiento teórico adquirido y el aspirante aplicado suele empezar a obtener buenos resultados en un tiempo prudencial. Cuando se pasa a real por primera vez la mayor parte de las cosas que se tenían controladas tienden a diluirse, a desparecer. El trader pasa a ser mucho más laxo con sus propias normas. ¿Qué es lo que ocurre en la transición de simulado a real para que los resultados cambien de forma radical? El problema es que el entorno simulado, pese a que el movimiento del precio es idéntico al entorno real, carece de algo fundamental: LA PRESIÓN.
LA BRECHA ENTRE SIMULADO Y REAL
La presión aparece cuando nos jugamos nuestro dinero y esto va a hacer que se revele una parte de nuestro yo emocional que probablemente no hayamos desarrollado en la medida necesaria para enfrentarnos a los mercados, quizá porque ni siquiera sabíamos de su existencia. En la operativa real tiene un peso determinante la capacidad emocional de mantener la tranquilidad y la disciplina.
Desde pequeños nos han inculcado que estudiando y trabajando duro es como se consiguen las cosas, pero esto, por sí solo, no es suficiente en el trading. Para tener éxito en el trading debemos entender nuestras emociones y tener recursos para dominarlas.
LA ACTITUD GANADORA NO BASTA
El trader novato, alentado seguramente por multitud de libros de autoayuda y frases o citas de ánimo con muy buenas intenciones, pero vacías e inútiles, se lanzará una vez más pensando en que la siguiente operación va a resultar ganadora porque cree en sí mismo y ha trabajado duro y lo merece, para, finalmente, obtener resultados no deseados.
No es el camino. No basta con tener una actitud ganadora frente al mercado. Es más difícil. Se trata de CONOCERSE, de saber cuáles son sus limitaciones y enfrentarlas. Dominar la tendencia natural a saltarnos normas de nuestro plan con cualquier fútil excusa que nos parezca apreciar en el gráfico es la clave. En un primer momento debemos convertirnos en observadores de nuestras propias emociones ante el gráfico, reconocerlas apenas estas aparezcan y gestionarlas debidamente. Esto es algo que se debe ensayar hasta que usted sea capaz de hacerlo de forma automática, sin apenas pensar.
NO SE TRATA DE DOMINAR EL MERCADO
Lo que vaya a hacer el mercado es indiferente, es algo sobre lo que usted no tiene ni va a tener jamás control alguno. Esto es algo que debemos interiorizar. Lo único que podemos aspirar a controlar en el trading es a nosotros mismos. Dicho lo cual, renuncie a la ilusión de control que le puede otorgar el “SABER”. Usted no controla el resultado de ninguna operación, pero esto le abre la puerta al desarrollo del autocontrol. El autocontrol y un sistema que le dé una ventaja estadística sobre el mercado es todo lo que necesita para llegar a la tan deseada consistencia. Puede sonar fácil, pero no lo es en absoluto. Cuesta dominar los impulsos naturales propios.
¿PODEMOS HACER ALGO PARA MEJORAR EL AUTOCONTROL?
El autocontrol es la capacidad de controlar las propias emociones, comportamientos, deseos y reacciones. El desarrollo de esta cualidad nos permite afrontar la vida y por ende la operativa con mayor serenidad y eficiencia. Esta cualidad se puede y se debe mejorar de forma continua. ¿Qué podemos hacer para entrenar esta cualidad?
1.- ¿Qué quiere controlar? Seamos concretos y empecemos por identificar aquello que queremos controlar. No vale decir “quiero controlar el miedo”. Esto es algo ambiguo y bastante amplio. Primero debemos identificar nuestros errores y asociarlos a la emoción que sentimos al cometerlos. Para esto tenemos un DIARIO DE TRADING en el que es aconsejable anotar, además de las operaciones, las emociones que se sienten al operar y al dejar pasar una operación determinada. Anotar también porque no se opera determinada situación y el resultado final de haberla operado le va a revelar multitud de cosas. Recuerde que no operar también es operar.
2.- Formación en inteligencia emocional. La inteligencia emocional es la habilidad para identificar, comprender y regular las emociones propias y las de los demás. Le recomiendo empezar por leer a Daniel Goleman que es el autor que popularizó el término. Otros autores interesantes a consultar podrían ser Leslie Greenberg, Elsa Punset, Enric Corbera, etc.
3.- Evaluación constante. Cuando tenemos identificados las emociones a regular o controlar debemos implementar un proceso de mejora continua y es por ello que vamos a tener que autoevaluarnos de manera constante durante cada sesión para así monitorizar los resultados del cambio que queremos alcanzar.
En resumen y para concluir, no se deje dominar por la presión del mercado. Fórmese en inteligencia emocional y aprenda a identificar las emociones que le asaltan y boicotean su operativa. Aprender a regular estas emociones será lo que lleve su operativa a otro nivel. Use su diario de trading más allá de como un simple registro de resultados.