Derrumbe de las bolsas europeas, que presentan una caída durísima encabezada por el Dax alemán. Tenemos una confluencia de tres factores en estos momentos: dos de ellos, muy bajistas para las bolsas, y el tercero, ambiguo.
Empezando por este último: la reunión del Eurogrupo de ayer dejó sensaciones mezcladas sobre el futuro de Grecia. De un lado, tal y como se esperaba, no se ha llegado a ningún acuerdo. Por otro lado, el comunicado del Eurogrupo admitió un avance en las negaciones, permitiendo cierto optimismo de cara al futuro inmediato.
Pero parece que el FMI se desmarca de participar en nuevos rescates al país, al no percibir suficiente voluntad por parte de Grecia (que ayer pagó anticipadamente 750 millones a la entidad).
Además, Varufakis admitió que sólo disponen de liquidez para un par de semanas, enfatizando la extrema urgencia que tienen en percibir nuevos fondos; y Schauble no se mostró contrario a que se celebre un referéndum en Grecia para comprobar si la población está dispuesta a más austeridad.
En suma, una amalgama de matices dispares que no permiten hacer una lectura unidireccional de la reunión de ayer.
La Bolsa de Atenas cae a esta hora mucho menos que el resto de plazas europeas, en una señal probable de que el asunto de Grecia no es lo que está precipitando las caídas en el día de hoy.
Lo que sí que parece más extraordinario es el desplome que se está viendo en el precio de los bonos de muchos países, no sólo europeos. Los bonos americanos, japoneses y australianos, entre otros, han registrado un fuerte descenso en las últimas horas, sin que se sepa de forma exacta a qué obedece este movimiento, más allá de un cambio en el corto plazo de la ruta de los flujos monetarios.
El primero en advertir esta circunstancia fue el Bund alemán, que ha tenido uno de los movimientos más bajistas que se recuerdan. Pero las razones que se observan para la caída del precio de los bonos europeos (y su subida de rentabilidad), no es del todo aplicable a otras partes del mundo.
En cualquier caso, este asunto está preocupando a los inversores, que prefieren salir del mercado al percibir un clima enrarecido en el corto plazo.
El tercer factor, como no podía ser otro, lo tenemos en el movimiento ascendente del EUR/USD, que desde la madrugada sube 120 puntos, hasta 1,1260.
Wall Street cerró ayer con caídas, pero no demasiado pronunciadas. El S&P 500 restó un 0,51%, mientras que el Nasdaq se dejó un 0,25.
La sesión en Asia tampoco ha sido tan abrupta, como el Nikkei cerrando plano.
Hemos conocido algunas referencias macro en Europa, como un buen dato de Producción Industrial y Manufacturera en el Reino Unido mejor de lo esperado, que está fortaleciendo adicionalmente a la Libra, en rápida recuperación tras conocer el resultado de los comicios electorales.
Esta tarde en EE.UU. no conoceremos datos macro de importancia, pero sí un discurso de Williams de la Reserva Federal. Ayer, otro miembro de la Fed, Dudley, dijo que no debían sorprender al mercado y aplaudió la sensación reinante de que la subida de tipos podría acometerse a finales de año, lo que ha contribuido a debilitar al dólar.
En resultados empresariales tenemos a Indra (MADRID:IDR) desplomándose tras presentar sus cuentas. Las de Easyjet (LONDON:EZJ), Deutsche Post (XETRA:DPWGn), Vivendi (PARIS:VIV) y Carlsberg (COP:CARLb) tampoco están gustando.
En materias primas, tenemos lateralidad en los metales, mientras que el crudo, que ha estado consolidando en los últimos días, sube en las tres últimas horas, empujado por la caída del dólar.
En resumen: los fuertes ascensos que habíamos visto en las Bolsas europeas desde los mínimos del jueves pasado, se reducen mucho en el día de hoy. Las fuertes salidas de capitales del mercado de deuda, donde se ha concentrado una gran especulación, hasta el punto de hablarse de burbujas, vienen a complicar más un escenario correctivo en las bolsas.