Se dice que ha llegado el momento de los Bancos Centrales, que los mercados ahora estarán en sus manos, como si antes fuesen libres y no fuesen intervenidos, curioso.
El caso es que sí, el mes de junio los cuatro grandes Bancos Centrales tienen reunión (BCE el día 8, Fed los días 13-14, Banco Inglaterra el día 15 y Banco de Japón los días 15-16).
Vamos a centrarnos un poquito en esto…
- Reserva Federal de los Estados Unidos: todo indica que en junio podrían subir los tipos de interés. Es cierto que unos tipos de interés elevados encarecen la financiación de las empresas y además la Bolsa pierde interés y atractivo para los inversores en detrimento de la renta fija que incrementa la rentabilidad que ofrece a los inversores. Esa es la idea general, motivo por el cual con tipos de interés altos las Bolsas caen.
Pero en el caso de USA, como ya les expuse hace pocos meses, el escenario es diferente. Y es que una cosa es tener tipos de interés elevados y otra subir los tipos de interés. Es decir, cuando se viene de estar un buen tiempo con tipos muy bajos, una subida pequeña de tipos no implica tener tasas elevadas, por lo que no hay ningún problema, y además es visto como señal positiva de que la economía del país marcha favorablemente.
Por tanto, el hecho de que la Fed suba los tipos otros 25 puntos básicos no supone ningún trauma para los mercados, en todo caso una caída en el corto plazo pero nada del otro mundo.
- Banco Central Europeo: en junio se podría empezar a ver un cierto cambio en el discurso oficial de Mario Draghi. Pero poco más, porque los tipos de interés no se subirían antes de final del 2018 o 2019.
Respecto a la reducción del programa QE, desde abril se está reduciendo la cuantía de compra de 80.000 millones de euros a 60.000 millones. Este programa QE es el responsable de que las Bolsas europeas vengan subiendo desde hace bastante tiempo, de ahí que el BCE optase por una reducción lenta y progresiva para no asustar a los mercados. ¿Siguiente paso? Podrían perfectamente en la reunión del 7 de setiembre volver a meter otro tijeretazo.
Draghi manifestó que es muy pronto para pensar en el tapering (finalización del programa QE), a pesar del mayor optimismo económico. Sabe muy bien manejar los tempos, como debe de ser.
- Banco de Inglaterra: esta semana decidió mantener sin cambios su actual política monetaria, no tocó los tipos de interés y recorta las previsiones de crecimiento para el año. En principio, es difícil que suban tipos de interés antes del 2018 o bien entrado el año.
¿Entonces por qué la libra hizo ciertos movimientos? La inercia al alza se debió a que se espera que la victoria de los conservadores de May en las elecciones del 8 de junio lleve a una negociación blanda del Brexit. La inercia a la baja fue producto del mensaje del BoJ en lo referente a que se espera un crecimiento peor de lo esperado.
- Banco de Japón: su gobernador, Kuroda, dice estar bastante confiado en que las políticas acomodaticias junto con las políticas fiscales permitan precios de manera significativa. Por otro lado, reconocía que el control de la curva, con el tipo a diez años en el 0% ha estado funcionando correctamente.
Traducido, siguen pensando que con las actuales medidas monetarias pueden alcanzar el objetivo del 2% de inflación. Eso está muy bien, pero llevan años con este discurso y sin éxito.
Sin especial incidencia o repercusión en el yen japonés.