(Análisis elaborado por Neil Dwane, estratega global de Allianz (DE:ALVG) Global Investors)
La actual situación entre EE.UU. y China puede llevar a que cada uno cree su propio “ecosistema” tecnológico.
Principales conclusiones que extraemos de los últimos acontecimientos que rodean a la guerra comercial entre ambos países y a la espera de la Cumbre del G20 de este próximo fin de semana en Argentina:
- Si las tensiones actuales continúan, EE. UU. y China pueden crear sus propios ecosistemas tecnológicos, lo que obligará al resto del mundo a elegir uno sobre el otro. A medida que la economía mundial se sincroniza menos, los inversores deberán ser aún más selectivos para manejarse por los mercados con éxito.
- La administración de Trump puede querer detener el acceso de China a tecnologías de vanguardia de Estados Unidos. Se puede estar desarrollando una nueva guerra fría tecnológica, con una desconfianza mutua que lleve a Estados Unidos y China a reducir su dependencia de la tecnología de cada uno de ellos.
- Una guerra fría tecnológica y sus componentes podría interrumpir muchas de las cadenas de suministro más importantes del mundo, creando nuevos ganadores y perdedores.
- China ha implementado contra-aranceles pero, por ahora, ha rechazado otras acciones importantes.
- Las ponderaciones de los índices serán lentas a la hora de reflejar los rápidos cambios de una guerra fría tecnológica, que brinda oportunidades que la gestión activa y el análisis pueden capturar.