El deseo de obtener un gran beneficio en poco tiempo y usando poco capital es lo que lleva a los inversores a plantearse la compra de este tipo de valores que siempre están de moda. Estas acciones destacan por subidas y caídas espectaculares durante un periodo muy corto de tiempo. La atracción por el dinero fácil es el señuelo perfecto para atraer a los incautos.
Desde mi punto de vista, en su propia naturaleza radican sus debilidades. Se cataloga como chicharros a acciones de compañías:
- con poca capitalización (facilidad de manipulación)
- que tienen mucha volatilidad (dificultad en la gestión del riesgo)
- con poca liquidez (el bajo volumen de negociación complica la venta cuando aparecen las caídas)
- que cotizan a precios muy bajos (dan la falsa sensación de que no pueden caer más o que doblar su precio es muy fácil y rápido), normalmente menos de un euro aunque hay quien estima el límite en cinco dólares o cuatro-tres euros
También hay compañías que sin serlo en un principio, han acabado convertidas o funcionando como chicharros, es el caso de Abengoa (MC:ABGek) o Popular.
Los chicharros se mueven por rumores, manipulación y pura especulación. Las alzas apresuradas se corrigen rápidamente cuando muchos inversores por mera intuición (sin un sistema) piensan que va a seguir subiendo llegando tarde y quedando atrapados en la estrepitosa caída.
Han supuesto la ruina para miles de inversores. Desgraciadamente, hacerse rico rápidamente NO es muy habitual en la bolsa. Por el contrario, perder gran parte del capital sí que lo es y son muchos los casos de inversores atrapados en este tipo de acciones. Permanecen invertidos con la esperanza de una pronta recuperación, no quieren asumir la pérdida pensando que no es real mientras no la vendan, un error que penosamente les lleva a perder aún más.
Por desgracia, en esos valores el mantener a corto, medio o largo plazo no ha sido una buena decisión de inversión, las acciones pueden estar cayendo durante mucho tiempo o permanecer “planas” durante meses, años o décadas. Algunos de esos títulos acaban desapareciendo, y es frecuente encontrarse con inversores que están pagando gastos de custodia por títulos que ni siquiera pueden vender o se ven obligados a venderlos fuera del mercado sin garantías jurídicas.
Este tipo de situaciones solo puede evitarse operando a favor de la tendencia principal, teniendo en cuenta la asimetría de los resultados (divergencia matemática entre pérdidas y ganancias) antes de tomar la decisión de invertir y colocando un Stop de pérdidas.
La lista es larga y bien conocida para los sufridos traders (yo también fui víctima cuando era un inversor novel en mis inicios), tanto chicharros como valores que han atrapado en sus caídas a los inversores son: Abengoa (MC:ABGek), Banco Popular Español (MC:POP), Quabit (MC:QBT) (antes Afirma, antes Astroc), Gowex (MC:GOW), OHL (MC:OHL), Amper (MC:APE), Codere (MC:CDRE), Deoleo (MC:OLEO), Ezentis (MC:EZEN), Inypsa (MC:INY), Solaria (MC:SLRS), Service Point Solutions (MC:SPSL), Urbas (MC:UBS), Ercros (MC:ECR), Inmobiliaria del Sur (MC:ISUR), PharmaMar (MC:PHMR) (absorbió Zeltia), La Seda, Reyal Urbis (MC:REYU), Vertice 360 MC:VTSG)… y puede seguir ampliándose.