El miércoles tuvo lugar una paralización virtual en el mercado a nivel internacional, dado que los inversores comenzaron a prepararse masivamente para la sesión que hoy celebrará el Banco Central Europeo respecto de su tasa de interés, así como para los pronunciamientos de la cumbre de la Unión Europea que se conocerán mañana. El EURO se mantuvo esencialmente plano dentro de los mínimos de su rango. El mercado de valores a nivel internacional mostró resultados poco alentadores, dado que los inversores decidieron mantenerse al margen. Europa sigue siendo un enfoque dinámico para todo el mundo. La economía mundial se enfrió bajo el supuesto de que será difícil de resolver la crisis financiera de la Unión Europea. Ayer el EURO encabezó la jornada en lo que respecta al comercio consolidado, pero la LIBRA, el DOLAR AUSTRALIANO y el YEN también se comerciaron dentro de rangos más bien estrechos. Desde esta mañana el oro se está comerciando en torno a los 1737.00 dólares la onza. El metal precioso sigue siendo un oportuno punto de comercio, dependiendo de la perspectiva con que se lo mire. De todos modos, cabe señalar que el oro disminuyó tras el fortalecimiento de la divisa norteamericana, pero la cantidad de nerviosismo entre los inversores a largo plazo creó un cierto indicio de un menor nivel de soporte, dado el crecimiento de las preocupaciones acerca de la posibilidad de contagio de la crisis de la UE.
El Banco Central Europeo esta tarde estará en la mira de todos. De hecho, su presidente, Mario Draghi, brindará su segunda conferencia de prensa en el cargo. La pregunta que los inversores deben hacerse de antemano es si el BCE recortará o no su tasa de interés de nuevo en un nuevo cuarto de punto. La última sesión mensual proporcionó una reducción de la tasa de interés y una severa advertencia de que la Unión Europea estaba a punto de caer en una recesión. Dado que el BCE enfrenta una enorme cantidad de preguntas relacionadas con la salud de la economía de la UE, se debe sopesar la opción de un recorte. Reducir la tasa de interés en un esfuerzo por estimular los préstamos –y así aumentar el gasto- para las empresas y los consumidores es importante. Pero, por desgracia, esta puede ser la tarea más fácil que enfrenta el Banco Central Europeo. En este sentido, aún persisten serias preocupaciones por la liquidez de las instituciones financieras; a su vez, el rendimiento de la deuda soberana sigue siendo problemático y se intensificó la falta de claridad para los inversores, debido a la aparente ineptitud de los líderes europeos.
Hoy el EURO no sólo enfrenta la sesión de la política monetaria del BCE, sino además, los resultados procedentes de la cumbre de la Unión Europea. Las especulaciones acerca de posibles medidas y la falta de soluciones aumentaron de manera rampante a lo largo de toda la semana y los inversores están justificadamente nerviosos por las declaraciones que tendrán lugar en el día de mañana y durante este fin de semana. Después de haber escrito todo lo anterior, el EURO también debe ser comparado con el DOLAR a largo plazo. Y, cuando se comparan los valores actuales con el pasado año de comercio, resulta bastante similar. De hecho, se puede decir que son casi coincidentes. Así, los operadores deben recordar que no es el EURO y el DOLAR no sólo se comercian bajo el auspicio de la confianza de los inversores, sino además bajo la atenta mirada de los Bancos Centrales, que sin duda tienen un gran interés en el valor de sus respectivas divisas.
Hoy en los Estados Unidos se dará a conocer el Unemployment Claims semanal, pero el foco, incluso para los inversores estadounidenses, seguirá recayendo sobre Europa. Cabe destacar que Wall Street respondió con su segundo día consecutivo de comercio hacia los lados, durante una nueva jornada de compás a la espera de la cumbre europea.
Se suele afirmar que la consolidación trae grandes quiebres, implicando que los valores podrían ver repentinos estallidos de volatilidad. Los mercados de divisas, commodities y valores parecen estar sentando las bases para lo que podría convertirse en una frenética jornada de comercio, cuando llegue el momento adecuado.