Grecia se ha unido al club de los países de la eurozona cuyos bonos ofrecen un rendimiento negativo, pues sus bonos a cinco años cayeron por debajo de cero el lunes. Este no es un club exclusivo: Italia es ahora el único prestatario soberano de la eurozona cuyos bonos a cinco años presentan rendimientos positivos.
El compromiso del Banco Central Europeo la semana pasada de mantener un ritmo elevado de compras de bonos sin duda envalentonó a los inversores para comprar bonos griegos. El BCE disipó los temores de que un floreciente repunte económico lo llevaría a retirarse de su programa de compra de bonos de emergencia de 1,85 billones de euros.
El movimiento del rendimiento de los bonos griegos se produjo cuando la Unión Europea inició la venta de su primer bono en el plan de recuperación económica del bloque, que prevé préstamos de hasta 800.000 millones de euros para 2026 para respaldar subvenciones y préstamos a los países miembros para recuperarse de la pandemia del COVID-19.
Se espera que este bono a 10 años recaude 10.000 millones de euros y su precio se fijará con vistas a un rendimiento del 0,1%, según los cálculos de Reuters. Esta emisión inicial se produce poco después de la emisión de 90.000 millones de euros en bonos de la UE para financiar su programa SURE de ayuda al desempleo.
La UE se dispone a pedir prestados 80.000 millones de euros en deuda a largo plazo para el programa de recuperación este año, las nuevas emisiones aportarán liquidez al mercado, ya que los inversores esperan que la UE se convierta en un prestatario habitual.
En su reunión de política monetaria de la semana pasada, el consejo de gobierno del BCE dijo que mantendría sus compras de bonos, que incluyen bonos corporativos y soberanos, en 80.000 millones de euros al mes.
El lunes, Isabel Schnabel, miembro de la junta ejecutiva, sugirió que el banco central debería priorizar los bonos verdes en sus compras. No basta con excluir a las empresas con emisiones intensas para motivarlas a reducir las emisiones, manteniendo al mismo tiempo una política de neutralidad del mercado. Las empresas que contribuyen al cambio climático están sobrerrepresentadas en el mercado de bonos porque tienen mayores necesidades de capital.
Los comentarios de Schnabel encajan con la estrategia general del BCE de utilizar sus recursos para combatir el cambio climático.
En Estados Unidos, el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años de referencia subió hasta alrededor del 1.5% el lunes tras desplomarse hasta el 1,43% el viernes, ya que los inversores se posicionaron para la reunión de política monetaria de la Reserva Federal esta semana.
Se espera que las autoridades de la Fed mantengan la política monetaria muy acomodaticia, pero los inversores estarán pendientes de si los pronósticos económicos de cada miembro del FOMC indican una inflación más alta y tal vez un plazo más cercano de subida de los tipos de interés. El último conjunto de previsiones económicas, en marzo, indicó que los tipos de referencia de la Fed se mantendrían cerca de cero hasta 2023.
Los economistas nos e ponen de acuerdo en sus opiniones sobre la inflación. Muchos coinciden con la Fed en que los actuales aumentos de la inflación —la lectura del índice de precios al consumo publicada la semana pasada mostró una subida interanual del 5%— son transitorios, debido al desplome de los precios de hace un año y la escasez temporal a causa del COVID-19. Otros, sin embargo, consideran el aumento de la inflación una tendencia más duradera, con implicaciones para los tipos de interés.
En cualquier caso, el presidente de la Fed, Jerome Powell, tendrá que ser extremadamente cauteloso en lo que diga en su rueda de prensa del miércoles para evitar alarmar a los inversores, ya nerviosos, de que la Fed está considerando un ritmo más bajo de compras de bonos en el corto plazo.