Los activos brasileños cayeron con fuerza en la jornada de ayer en la apertura del mercado de Sao Paulo dado que la incertidumbre política subió un escalón. El real brasileño cayó más de un 7% frente al dólar, con el USD/BRL en torno a los 3,3760 reales respecto al cierre del miércoles de 3,1349 después de los informes de los periódicos brasileños sobre el presidente del país, Michel Temer.
Con respecto a las acciones, la situación no es brillante, dado que la venta masiva de acciones brasileñas activó un interruptor automático que detuvo las operaciones después de que los futuros de Bovespa se desplomaran 10 % en la apertura del jueves. En un día, el mercado de valores de Brasil borró casi por completo las ganancias acumuladas desde el Año Nuevo, ya que el Bovespa cerró en 61.597 en la jornada de ayer.
Los inversores fueron tomados por sorpresa ya que la situación política parecía estar normalizándose, dado que el presidente de Brasil, cuya postura es favorable a las empresas, estaba logrando aliviar las preocupaciones de los inversores extranjeros. La reacción de pánico de los operadores envió la volatilidad implícita de la opción en el USD/BRL, dado que la medición a un mes aumentó con fuerza a 24% desde el 13,5% del día anterior.
La medición de reversión del riesgo 25 delta a un mes, que es la diferencia entre el precio de una opción de compra y una de venta, se disparó a 5,74%. A pesar de que Temer trató de tranquilizar a los mercados, los indicadores financieros continuaron moviéndose en la otra dirección, mientras los rendimientos de los bonos del Tesoro y los CDS explotaban.
Los inversores reaccionaron agresivamente a las noticias, por lo que podemos ver una estabilización temporal de los activos brasileños durante la mañana, sobre todo porque el sentimiento mundial de aversión al riesgo está disminuyendo, mientras que esta mañana la renta variable global se recupera.
Sin embargo, los inversores están más que acostumbrados al paisaje político brasileño y saben que pueden pasar meses antes de que se pueda alcanzar nuevamente un equilibrio. Por lo tanto, nos mantenemos prudentes en cuanto a las perspectivas del BRL, aunque habrá algunas oportunidades en el corto plazo.