Los datos de empleo de Estados Unidos no reflejaron el buen clima que en la materia que venían presentando los meses previos. Además de una generación de trabajo menor a la esperada en agosto, se sumó una revisión muy baja de julio, lo que sumó un clima de desconcierto a los mercados.
La nota positiva la dio la tasa de desempleo, que cayó al 7,3%, la medición más baja desde diciembre de 2009.
Paradójicamente, las acciones de Wall Street, que abrieron el viernes a la baja, terminaron sin cambios la jornada, ante la probabilidad de que la Fed postergue el recorte a su plan de estímulo a la economía, previsto para mediados de mes.
El dólar cayó al cabo del día en todos los frentes, con alzas importantes de la libra Esterlina y el yen. El euro, que se disparó al alza en el momento de la publicación de los datos, se frenó antes de la zona de 1,32.
Fue fuerte el alza del yen ciertamente, aunque durante el fin de semana se conocieron datos que favorecerán una devaluación de la moneda nipona.
El sábado, la designación de Tokyo como sede de los Juegos Olímpicos de 2020 llenaron de optimismo a las autoridades locales, que ven en ese evento una enorme posibilidad de crecimiento para la economía japonesa. Completando el panorama positivo, el PBI local completó un 3,8% de crecimiento anualizado, luego de una década de estancamiento.
Ello explica el gap que dejaron los pares del yen en la sesión asiática. En el cruce con el dólar, además, se acumula otro en la zona de 98, con lo cual, pese a que creemos firmemente que el par superará por lejos la zona de 100 prontamente, podríamos ver una recuperación del yen hacia el objetivo mencionado. Y lo mismo, aunque en menor medida, podría suceder ante el euro y la libra.
Sucede que ambas comenzaron la semana con alzas de mediana intensidad, pese a la ausencia de indicadores macroeconómicos en la fecha.
El euro podría buscar la zona de 1,3230 a la superación de la difícil resistencia de 1,3205, en tanto la libra se acerca nuevamente a 1,57.
Otra moneda favorecida es el dólar australiano, que se ve impulsado por una aceleración de la economía china, cuyos valores de crecimiento se conocieron también en las últimas horas. El aussie crece también luego de las elecciones presidenciales de Australia, que dieron por ganador al conservador Tony Abbott.