Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
El índice dólar se ha desplomado hasta mínimos de dos años y medio este lunes, ya que a los inversores les preocupa el aumento de los casos de coronavirus, las nuevas medidas de confinamiento, el gasto en Navidad y la Reserva Federal. Los casos de coronavirus de Estados Unidos superaron los 4 millones en noviembre, y las ventas del Black Friday en tiendas físicas cayeron un 52% en consecuencia. El gasto online fue fuerte, aumentando un 22% con respecto al año anterior, pero este aumento y las rebajas de un mes de duración podrían no bastar para salvar a los minoristas, cuyas ganancias de 2020 se han visto exprimidas tremendamente por la pandemia.
Estos poco alentadores datos económicos de Estados Unidos han contribuido al descenso, pero la caída lleva meses en marcha. Poco después de que comenzara la pandemia, el billete verde tocó techo y a finales de mayo comenzó una caída que llevó el índice dólar de 100 puntos a los menos de 92 actuales. Los bajos tipos de interés combinados con grandes déficits presupuestarios y por cuenta corriente han hecho del dólar una inversión cada vez menos atractiva. La semana pasada, el aumento de los casos de virus y la respuesta de los gobernadores para restringir la actividad social y empresarial plantearon preocupaciones en torno al grado de tensión económica que los estadounidenses y sus empresas van a soportar hasta de que una vacuna esté disponible para cambiar las cosas.
Aunque la actividad manufacturera más débil de las regiones de Chicago y Dallas, combinada con el descenso de las ventas de vivienda construida, han contribuido a la caída del dólar de este lunes, a los inversores les preocupa más el resto de la semana. En los próximos días, estará más claro si se han producido muchos contagios de COVID-19 a causa de los viajes por Acción de Gracias: los expertos prevén un gran aumento de los casos entre el martes y el viernes. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, también comparecerá ante el Congreso sobre la economía y la política monetaria. Es muy probable que adopte un tono de cautela, ya que el Libro Beige que se publicará el miércoles probablemente muestre una desaceleración de la actividad económica. El final del año también se acerca y los inversores se sentirán más tentados a recoger beneficios tras los movimientos récord de 2020, especialmente en vista de la actual incertidumbre. No es casualidad que el Dow Jones de Industriales haya caído más de 300 puntos este lunes. Es probable que esta semana haya más pérdidas y si el descenso es lo suficientemente significativo, el dólar podría caer aún más.
La comparecencia del Presidente de la Fed, Jerome Powell, es uno de los muchos eventos que pueden influir en el movimiento del mercado en la agenda de esta semana que incluye:
1. Reunión del Banco de la Reserva de Australia.
2. PIB del 3T de Australia.
3. PIB del 3T de Canadá.
4. IPC de la Eurozona.
5. Informe de empleo de EE.UU.
6. Informe de empleo de Canadá.
El libro Beige de la Fed, el ISM manufacturero y no manufacturero, las ventas minoristas de Australia y el comercio de Nueva Zelanda también son importantes, por lo que no podemos descartar grandes movimientos de muchas monedas. Aunque el gobierno australiano ha hecho un gran trabajo a la hora de vencer la segunda oleada del coronavirus, las actuales tensiones comerciales con China representan un riesgo importante para la economía. Dicho esto, los informes del PIB señalarán el tercer trimestre como un período de recuperación para las economías australiana y canadiense. El IPC de la eurozona debería ser bajo, lo que reforzaría la necesidad del banco central de relajar la política monetaria la próxima semana. Los informes del mercado laboral canadiense y estadounidense son el comodín: se espera que el crecimiento del empleo de Estados Unidos se desacelere, pero si supera las expectativas, podríamos observar una recuperación del dólar. Por otro lado, todo apunta a que Canadá registrará un crecimiento más débil del empleo tras las enormes ganancias de octubre.