EUR. El euro comenzó ayer recuperando parte de sus pérdidas del miércoles, aprovechando un pequeño repunte durante la mañana y durante la rueda de prensa del Banco Central Europeo. Pero la renovadas energías del dólar alcanzaron a la moneda única durante la tarde llevándola a sus niveles más bajos en dos meses frente a la moneda estadounidense. Por una vez, Mario Draghi no fue el culpable de la debilidad del euro de ayer, puesto que el presidente del BCE dejó claro ante los periodistas que el Consejo de gobierno del banco no estaba excesivamente preocupado por la ralentización del crecimiento de la Eurozona y por los datos de las encuestas, que Draghi calificó como de vuelta a la normalidad tras crecer por encima de su capacidad durante el 2017. Draghi hizo sangre con las rentabilidades de la deuda del Estado italiano y con su diferencial con otros países de la eurozona, al decir que las emisiones eran más importantes para la prima de riesgo que acabar con las políticas de expansión cuantitativa. Estaba además dispuesto a ofrecer consejo, aunque indirecto, a Italia, al decir que no debería replantearse su pertenencia al euro y que debería cambiar sus políticas para reducir el diferencial entre los bonos italianos y los de otros países de la UE. Así, no se trató el importante asunto de la distribución de las compras de activos por parte del BCE entre las deudas de los distintos países, lo que quiere decir que el impacto en los mercados debido a su recálculo tendrá que esperar hasta diciembre.
GBP. La libra esterlina pasó una noche bastante tranquila, tras pasar un día más de pérdidas frente al dólar, sobre todo en la sesión vespertina. Los medios del Reino Unido pudieron apartarse un rato de su permanente búsqueda de noticias sobre el Brexit, al salir a la luz que Sir Philip Green, de la Cámara de los lores, se había beneficiado del secreto sobre los acuerdos alcanzados por demandas de acoso sexual decretado judicialmente. Hoy no contamos con datos de relevancia para la libra ni con reuniones sobre el Brexit, aunque viendo las importantes pérdidas sufridas durante las dos últimas semanas, no está claro que el día vaya a ser tranquilo para la libra.
USD. El dólar estadounidense alcanzó ayer nuevos máximos por tercer día consecutivo según toda una serie de índices sobre el dólar. Este movimiento probablemente viene de los acontecimientos del miércoles y del martes, puesto que los inversores apostaron una vez más por la aversión al riesgo y por las divergencias tanto en el crecimiento como en las políticas entre Estados Unidos y el resto de países del G10. Los datos estadounidenses de ayer arrojaron un resultado mixto, así, los pedidos de bienes duraderos estuvieron por debajo de lo esperado, mientras que el dato de viviendas pendientes de venta no estuvo nada mal. Teniendo en cuenta el impulso con el que cuenta el dólar esta semana y la fragilidad de los mercados de valores, la atención se centrará en la publicación del Producto Interior Bruto del tercer trimestre, a las 14.30 CEST. Se espera que el crecimiento se enfríe un poco tras la expansión explosiva, 4,2% anualizado, del segundo trimestre.
CAD. El dólar canadiense no supo aguantar las ganancias obtenidas el miércoles, tras los comentarios en la línea dura del Banco de Canadá que acompañaron a la decisión sobre los tipos de interés, y la divisa cayó durante la sesión de la tarde ante la ferocidad del USD. Las posibilidades de que se produzca una nueva subida de tipos en enero se mantienen en torno al 80%, aunque parece que el Banco de Canadá es el único banco del mundo desarrollado que puede mantener el ritmo de subidas de la Reserva Federal. Lo que debería marcar el techo del repunte del par USDCAD.
Otros mercados de divisas: El par USDCNY se encontraba ayer en la senda alcista cuando el yuan tropezó, para caer hasta su nivel más bajo en casi una década tras haber perdido ya 9% de su valor durante los últimos seis meses. Puede que esto haga que en cierto despacho oval surjan nuevos comentarios con respecto a la manipulación de los mercados de divisas por parte de China. Sin embargo, el Banco Popular de China sigue manteniendo un discurso con una firmeza propia de Confucio sobre su capacidad para mantener la estabilidad de la divisa, ofreciendo así, aunque sea verbalmente, cierto apoyo a la moneda. El hecho de que otras grandes divisas como GBP, AUD y NZD hayan perdido importes parecidos frente al billete verde durante los últimos seis meses da cierta credibilidad a las declaraciones del Banco Popular de China de que no está debilitando al yuan a propósito. Sin embargo, podríamos pensar también que el declive en el valor del yuan se debe a factores fundamentales, como por ejemplo, los daños de la guerra comercial sobre la economía china, que limitan las posibilidades de intervención del Banco Popular de China para dar soporte a su moneda.