La cuarta reunión de política monetaria del Banco Central Europeo, a cuya finalización seguirá la habitual conferencia de prensa de su presidente, Mario Draghi, mantiene en alto la atención de los mercados el jueves.
El euro se mueve en una tendencia alcista de mediano plazo, la cual se creó precisamente con distintos discursos del funcionario. En diciembre, luego de llegar a 1,05 ante las primeras palabras de Draghi, el euro terminó por encima de 1,10. En marzo, llegó a 1,0820 apenas comenzó a hablar Draghi, y otra vez finalizó su presentación con un precio superior a 1,12.
¿Qué pasará esta vez? La confirmación de la tendencia alcista del euro iniciada justamente en diciembre pasa por 1,11. El quiebre de este nivel -dejando esta vez unos cuantos puntos de ventaja al euro, por lo menos 30, llevando la confirmación de dicho quiebre al menos a 1,1070-, cambiará el rumbo de la moneda única, y se encaminará en poco tiempo a mínimos de muchos meses, incluso cercanos a los de diciembre.
Pero, Draghi tiene razones y palabras (ninguna casual, por supuesto), que puede sacudir al mercado en minutos. No hay que olvidar que por una respuesta dada a la prensa en marzo, el euro creció 4 céntimos en menos de una hora.
No se esperan sorpresas para el jueves. El tono componedor, escéptico y casi apático de Draghi debería impulsar a la baja al euro, si se tiene en cuenta además que los 80 mil millones que se colocan en el circuito chocan de frente con la política restrictiva que está imponiendo la Fed del otro lado del Atlántico, y con alzas de tipos anunciadas a cuatro voces.
Pero no solo de Draghi y el euro viven los mercados. La encuesta ADP de empleo privado, esta vez demorada un día, pondrá en marcha la sesión americana, y dejará la puerta abierta para el dato oficial, que se conocerá el viernes.
También las peticiones semanales de subsidio por desempleo, a las 8:30 -justo cuando Draghi se sienta a hablar con la prensa-, tendrá algún impacto en el dólar, aunque atenuado esta vez, en medio de tantos informes y discursos.
¿Ganará el dólar la pulseada del día ante el euro? Si lo hace, ¿extenderá sus ganancias frente a la libra esterlina, tan vapuleada por el sí o no del Brexit? Y el yen, dejará de oscilar como lo hace, para calmar las ansias del Banco de Japón, que en cualquier momento termina por intervenir? En minutos lo sabremos. Paciencia.