Todavía es pronto para decir que se ha recuperado el apetito por el riesgo, sin embargo en EE.UU. ya se habla la posibilidad de no subir tipos de interés durante este año, e incluso bajarlos de nuevo durante 2018. Se espera que los Bancos Centrales queden a la expectativa en las próximas reuniones antes de tomar nuevas medidas de estímulo.
Mientras, Dublín trata de pescar en aguas revueltas y ofrece a las empresas de Reino Unido ubicarse en sus tierras con el compromiso de que seguirán siendo un miembro comprometido de la UE. Irlanda ha logrado captar a la mayoría de sedes de empresas tecnológicas estadounidenses gracias a su tratamiento fiscal y facilidades económicas, y ahora trata de hacer lo propio con las financieras.
El dato de IPC en la UE logró romper una racha negativa desde el mes de febrero. Cuando se esperaba un 0%, el dato resultó ser de 0.1% una subida que podría servir de oxígeno de cara a la reunión del BCE de este mes. Este dato es el que más probabilidades tiene de desencadenar nuevas medidas de estímulo, ya que la institución europea tiene pánico a la deflación.