Las acciones nacionales chilenas cerraron la semana terminada el viernes 14 de diciembre con una ganancia del 3% tras validar nuevamente la zona de los 4.100 puntos como soporte y encontrar una fuerte presión compradora en dicho nivel.
El mercado accionario nacional ha subido en la última semana principalmente impulsado por compras de oportunidad y un mayor apetito por riesgo debido a las expectativas de un acuerdo en EE.UU. sobre el denominado “abismo fiscal”.
Desde agosto del presente año la bolsa local opera en un acotado rango, limitando las cotizaciones del IPSA la zona representada por los niveles de 4.100 y 4.300 puntos, por lo que una ruptura de cualquiera de dichos niveles entregaría la señal clave del próximo movimiento del IPSA.
Aplicando las bandas de Bollinger al gráfico del IPSA, es posible determinar el rango de operación del índice. En el primer gráfico hemos incorporado las Bandas de Bollinger para una media móvil simple de 50 días, con la banda superior de Bollinger actuando como resistencia en la zona de los 4.330 puntos y la banda inferior validando el piso en los 4.100 puntos.
Sin embargo, a pesar de la lateralidad actual de la bolsa nacional, los indicadores técnicos RSI (índice de fuerza relativa) y MACD (convergencia/divergencia de medias móviles) han mostrado un fuerte aumento en la presión compradora, lo que ha quedado en evidencia con la fuerte recuperación del IPSA en los últimos siete días.
Así, una ruptura de la banda superior de Bollinger sobre los 4.350 puntos confirmaría el cambio de tendencia de corto plazo en el IPSA llevando al mercado accionario local en busca de niveles en los 4.500 puntos y posteriormente a los máximos del 2012 en torno a los 4.700 puntos.
Una visión más amplia del IPSA muestra que aún nos encontramos en un mercado bajista de largo plazo. En el siguiente gráfico podemos ver una imponente línea de tendencia bajista que limita avances mayores en el IPSA, con una zona de resistencia en torno a los 4.500 puntos, por lo que mientras la bolsa local mantenga sus cotizaciones por debajo de dicho nivel, el sesgo bajista sigue vigente en el mediano-largo plazo.
Tomando como referencia los máximos del año en torno a los 4.700 puntos es posible identificar una línea de tendencia bajista de corto plazo, que fue superada en torno a los 4.200 puntos confirmando de manera clara nuevas señales de recuperación, tras validar por tercera vez la zona de los 4.100 puntos como soporte, lo que ha gatillado fuertes compras de oportunidad.
Una ruptura de la zona de resistencia de los 4.300 puntos llevaría al IPSA a enfrentar la resistencia representada por la línea de tendencia bajista en los 4.500 puntos, por lo que aún hay espacio para seguir viendo nuevos avances en el corto plazo.