Si algo le ha enseñado la pandemia a la sociedad es la necesidad de contar con un plan B o estructura económica alternativa. Casualmente, la llegada de la nueva variante de la COVID coincide con la llegada de lo que se ha venido en llamar el metaverso, un universo virtual que es como Internet llevado a la 10ª potencia.
Pero con o sin pandemias —aunque especialmente con ellas—, el siguiente escalón tras el descubrimiento de Internet y su desarrollo es la creación de un auténtico espacio virtual en el que se puede hacer absolutamente todo, menos aquello que requiera contacto físico.
Transacciones de todo tipo —incluidas las que afecten al mundo real, como comprar una casa—, reuniones, conferencias y, por supuesto, juegos. Todo con una proximidad y un realismo que ahora mismo no podemos ni imaginar. Y desde luego sin necesidad de unas grandísimas gafas, con unas gafas normales que tendrán los dispositivos adecuados.
Los mayores beneficiarios del metaverso no serán solo —o no especialmente— las grandes empresas, sino las pequeñas que sean adquiridas por las grandes para posicionarse en esta revolución. Los “pelotazos”, si me permiten la expresión, que darán quienes han creado empresas con tecnologías y “know how” que den una ventaja competitiva en el metaverso, ya sean fabricantes de gafas virtuales o diseñadores de gráficos, entre muchos otros.
Para entender a qué nos referimos con el párrafo anterior, pensemos que, por ejemplo, en el metaverso probablemente las transacciones se realicen con moneda digital. No sabemos muy bien si serán dependientes de los bancos centrales o más parecidas a las criptomonedas actuales, si bien lo más probable es que para entonces se trate de criptomonedas supervisadas, reguladas y menos volátiles. Imagínense establecer un precio para comprar una casa en una oficina notarial virtual y que de un día para otro la moneda de cambio se deprecie o se revalorice un 20%. Pero probablemente para entonces pagar con criptomonedas será como pagar con cualquier otra divisa. Lo que no podemos imaginar es que en un mundo virtual se utilicen los medios de pago actuales, con su lentitud y sus abusivas comisiones.
Así que, para empezar, todo lo relacionado con la innovación relativa a los medios de pago y a la actividad bancaria adaptada a este Internet elevado a la 10ª potencia será un negocio interesante.
Siguiendo con el ejemplo de la notaría, pensemos que, al ser virtual, no tendremos que trasladarnos y que en ese espacio virtual nos encontraremos con el vendedor del piso, con el notario y con el representante del banco que da el crédito. Pero todos serán avatares, es decir, seremos nosotros mismos en formato virtual, firma electrónica incluida. Imagínense lo bien que tendrán que hacerse las salas de reuniones virtuales para que decidamos utilizarlas en algo tan decisivo como adquirir una vivienda. Así que quienes diseñan los espacios virtuales de todo tipo de actividad comercial también se verán beneficiados del auge del nuevo universo virtual.
También es fácil imaginar el nivel de computación que será necesario para crear un universo digital. Y digo que es fácil porque solo tenemos que ver cómo se han desarrollado los microchips y todo lo relacionado con la computación gracias a Internet. Pues el metaverso necesita mucho más y las empresas que tomen la iniciativa serán muy valoradas.
Son solo un par de ejemplos, la lista sería muy larga. Si les interesa el tema sepan que el departamento de análisis de Nextep ha editado una nota de análisis explicando cuáles son los negocios que vemos con mayor futuro de cara a los próximos 10 ó 20 años. Y los productos adecuados para invertir en ellos. Lógicamente muchos están relacionados con el desarrollo del metaverso.
Por supuesto, muchos de estos negocios empezarán a ser rentables pronto, puesto que la carrera hacia el metaverso ha empezado ya. Así que, además de la nota de análisis mencionada, estamos estudiando fórmulas para darles información junto a estos cuadernos, no solo del metaverso, sino de todo tipo de tecnologías innovadoras que pueden ser grandes negocios en el futuro. Les mantendremos informados.