Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
Las últimas 24 horas han sido brutales para el dólar estadounidense. El billete verde ha registrado su cota más baja desde principios de este año frente a las monedas como el yen japonés y el franco suizo. Aunque esto ha hecho que los traders europeos hagan descender el dólar, era sólo cuestión de tiempo que eso pasara después de que la Reserva Federal revelara lo cerca que están de relajar su política monetaria.
Hay un respaldo generalizado a no solo uno sino posiblemente dos recortes de los tipos este año. Teniendo en cuenta que un gran subconjunto de traders es escéptico incluso en cuanto a un recorte de un cuarto de punto, el drástico cambio de las previsiones de la Fed debería haber provocado una reacción espectacular en el dólar. Ha llevado algún tiempo, pero los bajistas llegan con fuerza. El par USD/JPY dejó atrás el límite inferior del rango de dos semanas y ahora debería caer hasta por lo menos 106,50, el 61,8% del retroceso de Fibonacci hasta el repunte de junio de 2016 a enero de 2017, pero en última instancia, el desplome hasta cerca de 104,75 es el nivel de soporte principal. El Banco de Japón también celebró una reunión de política monetaria en la que reconoció las presiones externas de crecimiento aunque no tiene ningún plan de adoptar una postura más acomodaticia.
Al igual que sus homólogos, el Banco de Inglaterra ha adoptado una postura más cautelosa en cuanto al crecimiento mundial y ha planteado inquietudes sobre mayores riesgos a la baja. Sin embargo, según el anuncio de la política monetaria del Banco de Japón, todavía cree que, si sus pronósticos son correctos, hará falta ajustar la política monetaria. Esto explica por qué después de caer inicialmente, la libra esterlina se recuperó rápidamente. Hasta que el Reino Unido decida cómo quiere finalizar el Brexit, el Banco de Inglaterra se abstendrá de elevar los tipos de interés. Sin embargo si las tensiones comerciales globales continúan agravándose y el crecimiento mundial se ralentiza más, podría tener que pulsar el interruptor y comenzar a hablar de flexibilización. La economía no va genial según los últimos informes económicos. Las ventas minoristas descienden por segundo mes consecutivo un 0,5%, lo que ha hecho bajar la tasa interanual del 5,1% al 2,3%. No hubo ninguna rueda de prensa tras la reunión y, durante su discurso anual, el gobernador Carney no mencionó la política monetaria. Aunque la contienda por el liderazgo de los Tories vuelve a respaldar la moneda, las previsiones menos prudentes del Banco de Inglaterra podría llevar el par hasta 1,28.
Las divisas que mejor actuación han ofrecido el jueves han sido los dólares neozelandés, canadiense y australiano. Mientras que el Banco de la reserva recortó los tipos de interés el mes pasado, la economía no perdió ningún impulso en el primer trimestre. El PIB sube un 0,6%, al mismo ritmo que en el 4T, mientras que la tasa anualizada de crecimiento se mantiene estable en el 2,5%. La noticia de que el presidente Trump y el presidente Xi se reunirán en el G-20 también es una buena noticia para las divisas vinculadas a las materias primas pues sugiere que las tensiones comerciales empezarán a disminuir. Seguimos creyendo que el dólar canadiense ofrecerá una buena actuación, sobre todo después de la subida de más del 5% de los precios del petróleo. Sin embargo, los traders esperan una señal clara de las ventas minoristas el viernes antes de impulsar el dólar canadiense. Por último, pero no por ello menos importante, puede que el BCE esté hablando de flexibilización, pero el euro repuntó al alza el jueves a causa de los flujos contra el dólar. Si las acciones siguen disparándose, el EUR/USD podría subir más impulsado por la cobertura corta.