Las bolsas europeas están protagonizando una sesión ciertamente volátil. Abrieron con tímidos avances, luego pasaron todas a negativo, con caídas superiores al medio punto porcentual; y desde hace unos minutos, han vuelto a los números verdes.
El único índice que sigue a esta hora en negativo es el MIB italiano, el más débil de Europa con mucha diferencia en las últimas fechas.
Y es que, el particular annus horribilis de la bolsa italiana (muy castigada por toda la incertidumbre que rodea a sus sector financiero, que se halla en medio de una profunda reestructuración), se está viendo incrementado en las últimas semanas por los temores que despiertan el próximo referéndum que hay convocado para el 4 de diciembre sobre importantes cambios constitucionales.
Por un lado, el actual primer ministro ha prometido dimitir si la opción del SI no gana en el referéndum; por otro, las encuestas, a día de hoy, no son nada halagüeñas, en un contexto en el que los votos de protesta se están haciendo muy ostensibles en Occidente (Brexit, Trump). Así que este es el próximo gran evento al que se enfrentan las bolsas europeas en un par de semanas.
Ni que decir tiene que el sector bancario es el más sensible a esta cuestión. El viernes ya vivió una jornada bastante negativa, y hoy vuelve a ser, junto con las químicas y constructoras, uno de los más débiles.
Los futuros americanos apuntan a una apertura en positivo a esta hora. El viernes Wall Street cerró con caídas muy leves. Los tres principales selectivos americanos se dejaron en torno a dos décimas. No obstante, el Dow Jones cotiza en máximos históricos, y el S&P 500 está justo en sus máximos, pelándose con una resistencia importante, en las inmediaciones de los 2.200 puntos.
El Nasdaq es el que se ha quedado atrás, acusando la política comercial proteccionista que ha prometido Trump, y que impacta en los márgenes de las empresas del sector tecnológico.
En Asia, el Nikkei sigue viviendo un momento dulce, y está en máximos desde enero. Hoy ha subido un 0,77%, de forma similar al movimiento efectuado por la Bolsa de Shanghái.
En Japón hemos conocido un dato de exportaciones e importaciones, quedando ambas por debajo de lo esperado, pero sin afectar demasiado al superávit comercial.
En Europa no tenemos datos macroeconómicos destacados. A las 18:00 horas, el presidente del BCE dará una conferencia de prensa. Recordemos que el viernes ya enfatizó la importancia de la política monetaria para sostener el crecimiento, añadiendo que la política acomodaticia se mantendrá.
En EE.UU. conoceremos el Índice de actividad nacional de la Fed de Chicago a las 15:30, además de los resultados de Tyson Foods (NYSE:TSN).
El jueves será festivo en Wall Street por ser el día de Acción de Gracias y el viernes será el Black Friday, por lo que la semana será algo extraña por estas circunstancias.
En divisas, tenemos al EUR/USD alejándose de los mínimos que llegó a marcar el viernes en la zona de 1,0570. Ahora mismo, se acerca a 1,0640.
El petróleo sube con claridad, y se vuelve a dirigir hacia los 50 dólares, después de que se hayan producido varias declaraciones que dan más posibilidades a la ratificación del acuerdo de congelación de la producción para el día 30.
En definitiva, las cosas han cambiado poco. Wall Street sigue prácticamente en máximos históricos, quedándose con la parte positiva de la vertiente económica de la victoria de Trump; en Europa, el ritmo es dual, con gran diferencia entre los índices centrales (cerca de sus máximos anuales) y los periféricos. Y es que el referéndum italiano es la siguiente bola de partido que van a jugar las bolsas.