Un estudio a nivel global muestra que las PyMEs que participan en mercados internacionales tienen el doble de probabilidades de éxito que aquellas que únicamente operan en el mercado doméstico. La infraestructura del siglo XX, aranceles elevados y un vacío informativo en el comercio internacional son los actuales obstáculos para estas empresas.
Según diversos estudios e informes, las compañías fundadas dentro de los últimos cinco años tienen una mayor probabilidad de tener operaciones comerciales internacionales que las aquellas con mayor antigüedad, a pesar de haber tenido menos tiempo para hacer crecer sus negocios. Esto deja en evidencia que la velocidad de globalización es cada vez mayor y la presencia de un enfoque internacional más marcado entre las pequeñas empresas. De manera significativa, la mayoría de las PyMEs que superaron el desempeño de sus mercados durante los últimos tres años indicaron que también planeaban aumentar el porcentaje de exportaciones en sus facturaciones durante los próximos mismos años, aún a pesar de la incertidumbre del ambiente económico.
Sabemos que tanto exportar como importar es una decisión que impacta no sólo en la gestión pyme sino también en la competitividad al abrirnos al mercado internacional y ampliar el mercado interno.
Está claro que aún existen algunos obstáculos para las pequeñas empresas con aspiraciones globales, pero nos complace ver que cada vez más PyMEs están considerando la fantástica oportunidad que el comercio internacional les ofrece.
Parece ser que esta decisión, que tiene las trabas propias del sistema argentino aún en proceso de mejora, es una vía de oxígeno para el empresario. El proceso exportador requiere que observemos el escenario que hoy se plantea y la posibilidad de prepararse.
El conjunto de las PyMEs exportadoras son generadoras netas de divisas. Sus exportaciones son superiores a sus importaciones. La balanza comercial externa superavitaria del conjunto de las PyMEs exportadoras es un rasgo estructural de la economía industrial argentina que ya se había ilustrado en la mitad de los años ’90. La confirmación de la persistencia de este comportamiento virtuoso es muy importante porque muestra que estas empresas no sólo son importantes desde el punto de vista de la generación de empleo, sino también porque contribuyen a la generación divisas que el país necesita para crecer. Si bien algunos sectores muestran un déficit comercial externo, es importante destacar que el conjunto de las PyMEs generan un superávit comercial externo.
Qué necesitamos saber?
La empresa tiene que ver si está preparada para afrontar un pedido del exterior, saber qué cantidades mínimas y máximas puede abastecer y tener en cuenta qué cuestiones de imagen debe adaptar. Por eso es importante preparar catálogos y materiales de comunicación para mostrar lo que uno hace al cliente exterior. Hablamos del "Brochure", que no es más que resumir lo que nuestro sitio web puede tener.
Desde el aspecto de la importación y concentrándonos en el contexto macroeconómico, la mayor apertura e impulso de las ventas al exterior dependerá en parte del ingreso de mercaderías necesarias para la producción. Para los especialistas, aún se divisa lejos un listado lógico que proteja a los sectores más sensibles de la industria nacional. Lo que hay es una etapa de acomodamiento tras la devaluación y la fuga de capitales. Muchas cámaras reclaman que se ponga en marcha lo que llaman "la agenda de la competitividad", en la que ven todavía muchas delaciones.
Qué sectores considerar?
En la actualidad la demanda está en las empresas que brindan servicios de software, diseño, producción o artística. Sucede que son demandas silenciosas, porque no requieren ni de barcos, ni de aduanas. Y para los que comercializan productos, la competitividad viene muy atada al precio, y el precio depende de la cotización del dólar. Para ellos es importante atender cuestiones de calidad, de cantidad, de diversificación de productos, tejer alianzas con empresas del exterior y mejorar los servicios inherentes. Es el caso de las relacionadas al sector agropecuario.
Hacia dónde apuntar?
Está claro que el sector tecnológico y agropecuario son sectores por exportadores. El primero creció muchísimo en el último tiempo y puede seguir haciéndolo de la mano del e-commerce. En cuanto al agropecuario dedicaremos la siguiente nota Freemium (clickaquí para recibirla) al tema con concretas alternativas de inversión en el sector.
Una empresa que mira hacia afuera mejora indiscutiblemente en el mercado interno. Aunque no logren hacer negocios con el exterior, eso le mejorará la competitividad. Cuando ocurre, el consumidor también eleva el nivel de demanda y empieza a ver con mejores ojos lo que ocurre con esa empresa.
Dicho esto, que incentivos en el comercio exterior tenemos para las PyMEs? En primer lugar, hay un mensaje claro de apertura comercial (no indiscriminada) distinta a la de los últimos años caracterizada por poner la mirada en el comercio y el consumo interno. Un ejemplo es la comunicación A 5955 - Liberación Importaciones anteriores, donde el BCRA ha emitido la norma de referencia, mediante la que se libera el pago de importaciones de bienes y servicios adeudadas hasta el 16 de diciembre de 2015 las cuales traían un cronograma de pago mensual que surgió de la Comunicación A5850. Ese cronograma anterior que comenzó el 17 de diciembre pasado, marcaba un monto mensual a pagar y señalaba que a partir de junio de 2016 se podrían pagar sin límite de monto.
Esta norma, hace que desde el pasado viernes 22 de abril de 2016 se puedan pagar sin límite de monto las importaciones de bienes y servicios adeudadas al 16 de diciembre de 2015 por lo cual el viejo cronograma queda sin efecto.
Para finalizar podemos mencionar algunas medidas que podrían servir de incentivo a las PyMEs:
- Disminuir las retenciones a las exportaciones industriales.
- Agilizar los plazos de devolución de los reintegros fiscales y draw-back.
- Rediseñar y flexibilizar el régimen de admisión temporaria