Vivimos en una época de extrema incertidumbre y de la ansiedad que la acompaña. Ante una realidad donde hay guerra, crisis humanitaria, y dificultades económicas, es natural preguntarse que efectos tendrán sobre nuestras inversiones, estos sucesos mundiales. Y aunque ciertamente estos eventos requieren nuestra atención y causan profunda preocupación no tienen por qué ser una razón para entrar en pánico, cuando nuestro enfoque es la inversión a largo plazo; sin embargo, es muy importante saber manejar y clasificar los riesgos a los cuales podemos estar expuestos, para así reaccionar y actuar de la forma más congruente posible.
Tipos de riesgo posibles en inversiones:
1) Riesgo Sistémico: El colapso del 2008 de Lehman Brothers sobre el resto financiero. Este colapso inició una reacción en cadena, que congeló los mercados crediticios de EEUU y en todo el mundo, y casi derrumbó todo el sistema financiero. El fracaso de una empresa, no debería derrumbar un sistema completo o tener gran impacto en la economía en general, y, sin embargo, lo hizo. La mejor manera de protegerse contra este riesgo, es poseer activos reales como el oro, la plata física, etc.
2) Riesgos de Mercado: Son eventos macros que afectan a todo el mercado en casi todas las acciones, por ejemplo los hechos ocurridos lamentablemente el 11 de septiembre 2001. Los riesgos de mercado se pueden cubrir con opciones como seguros de cartera, vix calls, etc.
3) Riesgos Sectoriales: Son eventos que afectan un sector de la economía en específico, ejemplo la industria de la tecnología por la escasez de semiconductores. Aquí la estrategia correcta es la diversificación.
4) Riesgos Empresariales: Son eventos específicos, que afectan una empresa individual y se pueden cubrir de igual forma a un riesgo sectorial. Manteniendo una cartera, correctamente balanceada y diversificada en empresas que no estén correlacionadas de manera positiva (+1).
Me despido atentamente.