El resultado de las elecciones generales en el Reino Unido fue toda una sorpresa, ya que el mercado estaba anticipando ámpliamente una victoria para los conservadores. Los inversores habían apostado fuertemente a que Theresa May habría sido capaz de reforzar el apoyo de su partido en la Cámara de los Comunes. Es evidente que esto definitivamente no va a suceder.
Contra este telón de fondo, la libra sufrió una ola de ventas ya que el GBP/USD cayó a un mínimo de 1,2636, una caída de alrededor del 2% durante la jornada de ayer. De hecho, con la excepción del dólar de Nueva Zelanda, todas las monedas del G-10 se movieron en terreno negativo frente al billete verde. El índice dólar subió un 0,45% a 97,36; mientras que la moneda única cayó un 0,20%, el yen japonés un 0,30% y el dólar canadiense un 0,10%.
Mantenemos nuestra opinión de que el dólar está sobrevendido, sobre todo después de que ayer el Banco Central Europeo (BCE) reiterara una postura moderada y mientras la agitación política que rodea el despido del director del FBI, James Comey, parecía resultar al final un no-evento. Esperamos que el USD mejore un poco su cotización, ya que los inversores redujeron su apuesta optimista sobre el euro y la aversión al riesgo se ve reducida.