En los mercados de renta variable existe siempre la guerra entre las acciones de valor y las acciones de crecimiento. Cada teoría cuenta con su propio núcleo duro de seguidores, que siempre están predicando a diestro y siniestro los magníficos resultados que aguardan a quienes sigan sus estrategias. Pero lo cierto es que no hay ningún factor o marco que funcione siempre durante largos periodos de tiempo. Haciendo una analogía con el mundo de la moda, a veces se lleva el negro y a veces, el naranja. Las cosas cambian, a menudo sin una coherencia, y esta es también la razón por la que está tan extendido el uso de modelos de factor dinámico en las carteras de renta variable cuantitativa. No obstante, en 2013 claramente ha ganado la batalla el valor.
Valor frente a crecimiento
Vamos a retroceder hasta el 31 de diciembre de 2012 para ver el aspecto que tenía entonces el mundo de la inversión. Desde el punto de vista del EV/EBITDA futuro, en la siguiente tabla vemos las 20 acciones más caras (sin incluir el sector financiero) en función de las expectativas futuras. Una cesta ponderada equitativamente de las 20 acciones habría generado una cartera con un ratio PER medio de 38,4 y un EV/EBITDA de 18,5. Está bastante claro que estamos ante un crecimiento. Las acciones de compañías como Salesforce.com, Netflix, Amazon y Chipotle Mexican Grill hablan por sí mismas.
Fuente: Bloomberg y Saxo Bank
En la parte baja del ranking encontramos las acciones de valor. En la tabla siguiente vemos las 20 acciones menos caras teniendo en cuenta las expectativas futuras. Si hubiéramos comprado esta cartera, habríamos acabado con un ratio PER de 7,7 y un EV/EBITDA de 3,2. Menuda diferencia entre crecimiento y valor. En el grupo del valor, también encontramos las compañías más “sosas” como Chevron, Hewlett-Packard, GameStop y Best Buy.
Fuente: Bloomberg y Saxo Bank
El valor sale ganando en 2013
¿Son acumulables los resultados de las dos carteras? La cartera de crecimiento ha arrojado un resultado del 33,5 por ciento incluyendo dividendos este año, en comparación con el 29,4 por ciento del S&P 500, lo que supone una alfa decente del 4,1. No está mal, pero tampoco es para lanzar cohetes. Sin embargo, la cartera de valor ha arrojado un resultado del 57,7 por ciento, lo que supone una impresionante alfa del 28,3 por ciento. Hay otros gestores de fondos fijándose en lo mismo, por lo que las acciones de valor podrían ampliar fácilmente sus buenos resultados a medida que se van subiendo al carro otros gestores.
Si echamos un vistazo a las acciones de valor, vemos que los grandes ganadores son Best Buy (una subida del 257 por ciento), Hewlett-Packard (una subida del 95,9 por ciento) y Western Digital (una subida del 87,9 por ciento).