Se acerca el 3 de noviembre, fecha de la celebración de las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Los partidarios y los detractores de Trump y de Biden tienen argumentos de sobra para defender sus posturas. Por ejemplo, los que están en contra de un nuevo mandato de Trump pueden argumentar que incrementaría el riesgo de una guerra comercial con China. Por su parte, los detractores de Biden podrían esgrimir un temor a una excesiva regulación de los mercados.
¿Quién ganará? Mirando al dólar se puede sacar una posta de lo más interesante. Si el dólar está débil tres meses antes de las elecciones, implica que ganará el partido que está en la Casa Blanca, mientras que el partido en el poder tiende a perder si el dólar está fuerte. Esta señal ha sido correcta en 7 de las últimas 8 elecciones. Hasta ahora, el dólar está débil, lo que sugeriría una posible victoria para Trump.
Sea como fuere y gane quien gane, la realidad es que la historia nos muestra que Wall Street sube en los años de elecciones, concretamente el 83% de las veces y una media de +11%.
De todas maneras, se espera que la volatilidad suba con fuerza nada más terminar los comicios y seguirá elevada al menos un mes después de la votación. La realidad es que los contratos de noviembre del VIX han saltado por encima de los de octubre por primera vez este año, señal inequívoca de que los operadores están añadiendo protecciones mucho más allá del día de las elecciones.
En el caso de los inversores que invierten en el mercado español, decir que este buen comportamiento generalizado del S&P 500 tiene interesantes repercusiones en el Ibex 35, entre otras razones porque en las últimas dos décadas se puede apreciar una correlación de 0,7 entre el selectivo español y el norteamericano (entiéndase que una correlación de 1 significaría que ambos índices hacen exactamente lo mismo, de manera que estamos hablando de una similitud a tener en cuenta).
Y esto nos lleva a ver qué compañías españolas saldrían ganando con una victoria de Trump y cuáles con una victoria de Biden. Basta recordar que las compañías que se verían más favorecidas o lastradas serían aquellas con una mayor exposición en Estados Unidos, algo del todo obvio.
Victoria de los republicanos
- Los bancos españoles, sobre todo BBVA (MC:BBVA) y Banco Santander (MC:SAN) logran beneficios en EE.UU. del 8% y 6% respectivamente y se verían favorecidos porque se entiende que Trump no tocaría los impuestos y no los subiría. De todas maneras, la actual coyuntura por la que pasan los bancos europeos (bajos tipos de interés, temor a un aumento de la morosidad por la crisis económica) implica que seguirán débiles llegue quien llegue a la Casa Blanca.
- El sector de las constructoras también se vería beneficiado. Aquí entrarían en juego Ferrovial (MC:FER) que logra un 25% de su beneficio en EE.UU., al igual que ACS (MC:ACS) que logra el 43,2%. Y es que la victoria de Trump podría implicar un nuevo gasto en infraestructura, con lo que estas compañías podrían adjudicarse nuevos contratos como ya sucedió en su momento.
- En cambio, con Trump podría de nuevo volverse a intensificar las relaciones con el gigante asiático y las tensiones derivarían en aranceles a nivel mundial, hecho que afectaría negativamente a las compañías españolas que exportan a Estados Unidos. Aquí habría que destacar a Inditex (MC:ITX) y a Viscofan (MC:VIS).
Victoria de los demócratas
- El sector de las energías renovables se vería beneficiado. Habría que destacar a tres compañías, Iberdrola (MC:IBE), Acciona (MC:ANA) y Siemens Gamesa (MC:SGREN).
- El sector farmacéutico sería otro favorecido, ya que los demócratas podrían retomar la sanidad pública que ya esbozó Obama, de manera que la demanda de medicamentos se incrementaría sustancialmente. Grifols (MC:GRLS) encabezaría la lista por su exposición en el país (obtiene el 60% de sus beneficios en Estados Unidos).
Se podría decir que la victoria de Biden pondría en peligro la bajada de impuestos corporativos y las menores regulaciones, hecho por el cual podría hacer reaccionar a los mercados a la baja. Y es que suprimir la reforma fiscal de Trump perjudicaría a muchas cotizadas, de hecho se estima que la reforma fiscal que pretende implementar Biden rebajaría las ganancias de las compañías del S&P500 en (más o menos) 20 dólares por acción el próximo año.
Vayan familiarizándose con dos conceptos porque se utilizan mucho en los medios de comunicación:
* Blue wave (sale elegido presidente el candidato demócrata y su partido se hace además con la mayoría en la Cámara de Representantes y en el Senado): se rebajaría la guerra comercial con China y con Europa, gana por tanto el sector del coche y los aranceles del acero se podrían suprimir.
Esta hipótesis originaría preocupaciones sobre importantes cambios en la regulación de los servicios financieros, la política ambiental, el tema fiscal. En cambio, si los republicanos mantienen el Senado, es poco probable que se aprueben reformas fiscales.
* Red wave (victoria de Trump y los republicanos logran la mayoría en las dos cámaras).
Respecto al tema de divisas, decir que el euro continuará fortaleciéndose en caso de una victoria de Biden, entre otras razones porque la demanda del billete verde se debilitaría por rebajarse las tensiones comerciales.