Desde una perspectiva histórica y psicológica existen marcadas diferencias de opinión entre grupos de edad diferente. Un estudio reciente sobre inversión entre los más jóvenes revela que las acciones tradicionales están perdiendo atractivo como clase de activo, mientras que las criptomonedas y las inversiones alternativas están ganando terreno en las asignaciones de sus carteras.
El Bank of America (NYSE:BAC) en un estudio realizado sobre el cambiante panorama de inversión entre varios grupos de edad, concluye que varias divisiones entre las personas de 44 años en adelante y sus contrapartes de 21 a 43 años: las primeras poseen el 55% de sus inversiones en acciones tradicionales, el 5% en alternativas y el 1% en criptomonedas, y las segundas poseen el 28% en acciones tradicionales, el 17% en alternativas y el 14% en criptomonedas.
El estudio fue determinante en cuanto a que los miembros de las generaciones adultas mayores y los más jóvenes están totalmente alejados en muchas cuestiones de inversión. Sus puntos de vista también son divergentes en cuanto a las perspectivas y oportunidades de crecimiento.
Si bien el informe determina que los inversores se han alejado de estrategias históricas como una cartera 60/40 (60% acciones, 40% bonos), esa tendencia se ha revertido entre los menores de 44 años, adoptando una mayor diversificación en sus participaciones.
Según este estudio del Bank of America, los inversores más jóvenes se sienten atraídos por los bienes raíces, las criptomonedas y el capital privado, mientras que sus homólogos mayores valoran más las acciones tradicionales, los bienes raíces y las acciones emergentes. El estudio también concluye que los inversores adultos mayores dependen más de acciones y bonos tradicionales, mientras que los inversores más jóvenes tienen una combinación más uniforme de clases de activos, incluido un promedio del 31% en alts y criptomonedas.
Podríamos decir, que una parte significativa de esta brecha generacional puede atribuirse a una desconfianza en los mercados tradicionales ya que, un 72% de los encuestados entre 21 y 43 años siguen mostrándose escépticos ante las inversiones tradicionales, y el 75% de los más jóvenes afirma que "ya no es posible lograr rendimientos superiores a la media solamente con acciones y bonos".
Cabe destacar, que el aumento en la popularidad de las criptomonedas y los activos alternativos es un fenómeno relativamente reciente. Todos sabemos que los activos alternativos (alts) existen desde hace cientos de años. Por ejemplo, las obras de arte aparecieron por primera vez en casas de subastas como la renombrada Christie`s en el siglo XVIII. Sin embargo, mirando desde el lado de las inversiones, estas estaban solamente reservadas a los miembros de la clase más pudiente. No fue hasta hace 10 años que las inversiones alternativas se volvieron ampliamente accesibles para las masas.
Si bien he mencionado en este artículo algunas inversiones alternativas, existen una variedad variopinta donde un inversor puede sumergirse hasta el punto de invertir en: obras de arte, colecciones de vinos y whisky, automóviles de lujo, bolsos de diseñador, recuerdos deportivos, cómics de primera edición, restos de esqueletos de dinosaurios e incluso meteoritos. La inversión está servida.
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