A pesar de los riesgos geopolíticos crecientes, el oro ha hecho lo contrario de lo que se habría esperado y se desplomó, cayendo un 5% de USD 1.228 a USD 1.162 por onza durante la crisis monetaria de Turquía. ¿Podría haber sido la petición del presidente turco Erdogan a su propio pueblo? “Si todavía tienen euros, dólares u oro debajo de la almohada, deberían convertirlos en liras. Es un deber nacional". Mmm... no, poco probable. La naturaleza idiosincrásica de las fases modernas de aversión al riesgo, en comparación con la mentalidad del pasado de "vender todo con alta beta", sugiere que la compra rabiosa de oro es poco probable. Los inversores que esperan una tormenta apuntarán al USD o incluso Bitcoin u otras criptomonedas, que son alternativas viables durante los quiebres del sistema. Seguimos con una postura negativa con respecto al oro en el mediano y largo plazo.
Mientras tanto, el apetito de riesgo sigue estabilizándose mientras el USD/TRY registra una caída. Las perspectivas de contagio se han reducido, mientras que, en general, se ha determinado el maquillaje y el tamaño de los activos turcos. La exposición limitada a los activos tóxicos de las entidades financieras extranjeras ha dado a los operadores la confianza de que el "horizonte de sucesos" no se infringirá. Los nuevos aranceles de Estados Unidos sobre los productos turcos permanecerán, pero Turquía ha recibido un salvavidas de 15 mil millones de dólares desde Qatar. La crisis se ha evitado por el momento, pero el daño a largo plazo para Turquía aún se debe determinar.