Hay un momento para posicionarse en largo, otro para posicionarse en corto y otro para ir a ver qué pescamos.
Cuando la inflación se disparó y la Reserva Federal se volvió agresiva, los bonos fueron la criptonita de los inversores durante la mayor parte de 2022: era el momento de posicionarse en corto.
Entre octubre de 2022 y hoy, en cambio, hemos visto cómo las presiones inflacionistas se moderaban de algún modo, pero la economía aguantaba, estancándose los bonos del Tesoro a 10 años entre el 3,50% y el 4,00%: es hora de ir a ver qué pescamos.
Con el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a largo plazo acercándose de nuevo al 4%, ¿podría ser este el momento de posicionarse en largo?
En este artículo:
- Analizaremos la historia e identificaremos cuáles han sido las condiciones ideales para comprar bonos (se sorprenderá);
- Nos centraremos en el presente y evaluaremos si estas condiciones se cumplen hoy en día;
Supongamos que busca una rentabilidad superior al 10% comprando bonos y manteniéndolos durante 12 meses.
Su objetivo es capturar esa caída viciosa inicial de más de 100 puntos básicos del rendimiento de los bonos a 10 años.
Ahora, imagine que alguien le hace esta pregunta:
"En retrospectiva, ¿cuáles eran las condiciones imperantes en ese momento perfecto para comprar bonos y obtener una rentabilidad de más del 10% en los 12 meses siguientes, teniendo en cuenta las tres últimas décadas?
No haga trampas.
Probablemente haya dicho "cuando la Fed anunció la expansión cuantitativa" o "justo al principio de la recesión de 2001 o 2008".
Y aunque estos periodos fueron buenos para los bonos, no ofrecieron esa rentabilidad explosiva que está esperando.
Los mejores periodos para comprar bonos fueron cuando:
- Nadie quería o creía que necesitaba bonos;
- Unos pocos trimestres antes de que las empresas empezaran a perder dinero y la gente empezara a perder su trabajo.
Hablemos del gráfico y la tabla anteriores.
La compra de bonos del Tesoro de Estados Unidos a 5-10 años en abril de 2000, marzo de 2007 y octubre de 2018 proporcionó posteriormente una rentabilidad a 12 meses de más del 10% —en bonos a medio plazo, eso es una rentabilidad bastante explosiva.
Ojo: No se anunció ninguna expansión cuantitativa inmediatamente después, y tampoco estábamos ya en recesión.
En cambio, la primera característica común a estos periodos es que todo el mundo detestaba los bonos.
En abril del año 2000, la Fed seguía subiendo los tipos mientras la inflación subyacente mantenía un impulso alcista, los instintos animales seguían desbocados en el espacio de las puntocom y la economía aguantaba bien: nadie necesitaba bonos.
En marzo de 2007, estábamos en medio del milagro inmobiliario estadounidense (léase: burbuja) con una tasa de desempleo en mínimos del ciclo y el S&P 500 en un imparable ascenso – de nuevo, ¿quién necesitaba bonos?
¿Y recuerdan octubre de 2018? Ajuste cuantitativo en curso, Powell hablando de subir los tipos neutrales y un mercado laboral fuerte —nadie quería bonos.
La segunda característica común es que las probabilidades de un crecimiento negativo del BPA y una subida de la tasa de desempleo estaban aumentando rápidamente.
Básicamente, nadie quería bonos, pero pronto todos los necesitarían.
Durante todos estos periodos, en los cuatro o cinco trimestres siguientes, el crecimiento de los beneficios no parecía bueno, el mercado laboral se enfrió y la inflación subyacente se estancó. Los datos macroeconómicos mostraban inequívocamente una ralentización del crecimiento nominal que, en dos de cada tres casos, se transformó en una auténtica recesión (2001, 2008).
La historia demuestra que el mejor momento para comprar bonos es justo en la intersección, cuando nadie los quiere, pero los datos macroeconómicos pronto recordarán a los inversores que, en cambio, sí necesitan bonos.
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Descargo de responsabilidad: Este artículo se publicó originalmente en The Macro Compass. Únase a esta vibrante comunidad de inversores macroeconómicos, asignadores de activos y fondos de cobertura: compruebe qué nivel de suscripción le conviene más en este enlace.