La economía de Estados Unidos está funcionando a toda máquina, con las exportaciones netas por encima de las expectativas, hecho que desafía el telón de fondo del proteccionismo. El crecimiento del PIB del segundo trimestre podría llegar al 4,5% interanual; los nuevos puestos de trabajo también podrían llegar a un máximo de 200 000. Los bonos del Tesoro a 10 años cayeron al 2,88% (mayor aplanamiento de la curva), lo que debería disminuir la progresión del dólar al alza, pero una cuarta subida de los tipos para 2018 podría estar en camino. Sería interesante si hubiera alguna conversación sobre las perspectivas del comercio mundial.
La tormenta de tuits más reciente del presidente Trump es para exigir que la OPEP aumente la producción del crudo en 1,2 millones de barriles por día. El viernes podría llegar con más aranceles de Trump, y represalias por parte de los chinos. El crecimiento global se mantiene firme, pero hay una sensación de que la capacidad del mundo para hacer caso omiso de los ataques al comercio podría volverse cada vez menos eficaz.
La debilidad del CNY y de las acciones chinas resalta este aspecto. Las salidas de capital de China se han acelerado. Con las naciones de Asia muy expuestas a los precios del petróleo más elevados (junto con la menor demanda de materias primas), los tipos de interés en Estados Unidos más fuertes, el miedo a la estanflación y el proteccionismo, las monedas deberían registrar un rendimiento más bajo.
La victoria del mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no ha proporcionado un gran impulso al MXN. El peso había estado operando sobre la incertidumbre política antes del domingo, pero a futuro se verá impulsado por el TLCAN. La relación AMLO-Trump es una incógnita. Teniendo en cuenta la naturaleza de Trump de ser poco respetuoso con los amigos, las relaciones entre los dos serán críticas. Seguimos con una postura bajista con respecto al MXN en el entorno actual de aversión al riesgo.