Los datos recientes de la economía estadounidense reflejan un perfil mixto, pero varios indicadores del ciclo económico ampliamente seguidos gritan recesión.
Un par de curvas de rendimiento del Tesoro señalan que las probabilidades de que se acerque un periodo de contracción económica son altas. El spread para el bono a 2 y 10 años el miércoles (22 de noviembre) se adentró en terreno negativo, cayendo a -0.71 puntos porcentuales, un nuevo mínimo de cuatro décadas. El diferencial a 3 meses y 10 años también es negativo. La historia sugiere fuertemente que cuando estas curvas de rendimiento se revierten, como ocurre ahora, una recesión en EE.UU. está cerca.
"Históricamente, cuando se produce una reversión sostenida como ésta... es un indicador muy fiable de que se avecina una recesión", afirma Duane McAllister, gestor senior de carteras de la firma estadounidense Baird Advisors.
Esta vez podría ser diferente, y la principal fuente de optimismo siguen siendo dos pilares de la actividad económica estadounidense: el mercado laboral y el gasto de los consumidores. En ambos frentes, las últimas cifras siguen apuntando al crecimiento.
Las nóminas estadounidenses aumentaron en 261,000 puestos de trabajo en octubre, un aumento sólido, aunque el más lento en casi dos años. Por su parte, el gasto minorista se recuperó el mes pasado, con un aumento del 1.3% respecto a septiembre. En conjunto, estos indicadores críticos siguen reflejando una expansión económica.
Pero está claro desde hace tiempo que el crecimiento se está ralentizando. La desaceleración se ha reflejado en un par de indicadores propios publicados en las actualizaciones semanales de The US Business Cycle Report. En la edición de esta semana, el Indicador de Tendencia Económica y el Indicador de Impulso Económico (IET e IME, respectivamente, por sus siglas en inglés) de octubre se mantienen cerca de sus respectivos puntos de inflexión que marcan el inicio de la recesión.
Las previsiones para el IET y el IME hasta diciembre apuntan a la posibilidad de una actividad económica plana o ligeramente negativa.
Los indicadores del ciclo económico procedentes de otras fuentes pintan un panorama más brillante, pero sólo modestamente. El Índice Económico Semanal de la Reserva Federal de Nueva York, que se redujo a su nivel más bajo en un año y medio. La extrapolación de la tendencia reciente sugiere que la contracción económica comenzará a principios de 2023.
Hay que tener en cuenta que todavía se espera que la Reserva Federal suba las tasas de interés. Se prevé que el ritmo de las subidas sea más lento, pero los efectos de las subidas anteriores y el endurecimiento adicional de la política seguirán reforzando los vientos en contra de la economía en los próximos meses.
Las cifras económicas de noviembre y diciembre serán una prueba decisiva para decidir si las fuerzas del crecimiento sucumben a la contracción. Por el momento, está demasiado cerca el momento, aunque el mercado del Tesoro está señalando que una nueva recesión está cerca. Los optimistas esperan que el informe sobre las nóminas de noviembre de la semana que viene (viernes 2 de diciembre) indique lo contrario.