(Este artículo fue escrito originalmente en inglés el 24 de junio de 2021 y traducido al castellano para esta edición)
La inversión en valor y la inversión en crecimiento son dos enfoques para la inversión a largo plazo. Tanto académicos como profesionales de la inversión discuten y debaten los méritos y riesgos asociados con estos dos estilos.
Los que pertenecen al campo del valor tienen como objetivo comprar acciones a un precio por debajo de sus valores intrínsecos. Benjamin Graham y David Dodd son aclamados como los primeros creyentes más destacados de las estrategias de valor. El actual gurú de la inversión Warren Buffett también encabeza la lista de inversores en valor.
Una reciente investigación de Baruch Lev de la Universidad de Nueva York y Anup Srivastava de la Universidad de Calgary destaca:
"La inversión en valor consiste en encontrar diamantes en bruto —posicionándose en largo en acciones (valor) de bajo valor y en corto en acciones (glamour) de alto valor, capturando así compañías cuyos precios de las acciones están temporalmente infravalorados o sobrevalorados por los inversores, en relación con los fundamentales. Las reversiones de precios de estas acciones mal valoradas impulsan las ganancias de la inversión en valor".
Por otro lado, las acciones de crecimiento tienden a tener precios más altos y múltiplos de valoración más altos. Estas compañías de rápido crecimiento generalmente reinvierten su efectivo disponible en la empresa. A cambio de su confianza y paciencia, los inversores esperan una apreciación del capital o precios más altos de las acciones.
John Campbell, de la Universidad de Harvard, y sus colegas sugieren que "en el crecimiento hay más que sólo 'glamour'". Su investigación destaca la importancia de los flujos de efectivo, los bajos niveles de deuda y la naturaleza cíclica (cuanto menos cíclica sea la empresa, mejor) para el potencial éxito de las acciones de crecimiento.
Las acciones de crecimiento han estado entre los catalizadores iniciales del repunte observado en el último año. Sin embargo, en los últimos meses también se ha visto una rotación hacia las acciones de valor. Los inversores experimentados se dan cuenta de la importancia de incluir ambos tipos de empresas en sus carteras.
Por lo tanto, hoy presentamos un fondo cotizado en bolsa (ETF) que cierra la brecha entre estos dos enfoques de inversión a largo plazo.
ETF Barron’s 400
Precio actual: 58,49 dólares
Rango de 52 semanas: 37,80-59,79 dólares
Rentabilidad por dividendo: 0,85%
Ratio de gastos: 0,65% anual
El ETF Barron's 400 (NYSE:BFOR) proporciona exposición a una amplia gama de empresas estadounidenses en función de su crecimiento, valor, rentabilidad y flujo de efectivo. Comenzó a cotizar en junio de 2013. Desde su creación, los patrocinadores de fondos han hecho algunos cambios estratégicos e incluido más acciones de pequeña capitalización.
El BFOR, que realiza un seguimiento del índice Barron's 400, se reequilibra semestralmente. Actualmente cuenta con 408 acciones igualmente ponderadas. Los 10 principales participantes comprenden el 3,32% de los activos netos del BFOR que ascienden a 137,6 millones de dólares.
En cuanto a la asignación sectorial, el sector de finanzas encabeza la lista con un 19,52%, seguido del de tecnologías de la información (18,59%), consumo discrecional (17,05%), atención médica (14,66%) e industriales (13,59%).
Entre los principales nombres se encuentran el gigante de los chips, NVIDIA (NASDAQ:NVDA), lacompañía biofarmacéutica, Catalyst Pharmaceuticals; el grupo de armas de fuego, Smith & Wesson Brands, proveedor de productos automotrices del mercado secundario, Xpel, EPAM Systems (NYSE:EPAM), que ofrece tecnología digital avanzada y soluciones de ingeniería y el proveedor de dispositivos médicos para el tratamiento de enfermedades vasculares periféricas, LeMaitre Vascular.
En lo que va de año, el BFOR ha subido alrededor de un 18% y alcanzó máximos históricos a principios de junio. En las últimas 52 semanas, el fondo ha reportado un beneficio de más del 49%. Dada la reciente subida de precios de muchos de los nombres que componen el fondo, podría avecinarse cierta recogida de beneficios.
Los lectores interesados podrían considerar tal descenso como una oportunidad de comprar el ETF, que proporciona diversificación de sectores y liquidez. La mejora de la economía estadounidense probablemente proporcione un catalizador para las tenencias del fondo, lo que aumentaría su atractivo para aquellos que quieran seguir invirtiendo en el mercado en general en los próximos meses.
(NOTA: Si está interesado en los productos financieros que menciono en el artículo y no los puede localizar en su región, quizás pueda realizar la consulta a su bróker o gestor financiero).