“Las decisiones se toman en el momento de tomarse”. Mariano Rajoy.
Qué tiempos aquellos en que se hizo público el coronavirus y después de una ínfima corrección a finales de enero el mercado emergió con fuertes subidas hasta alcanzar nuevos máximos. No hay miedo nos decían. Hace cuatro días, como aquel que dice, seguíamos rompiendo máximos como reflejaba Nancy Gondo en su artículo del Investor’s Bussines Daily el 6 de marzo: “Stock Market Hits New Highs, Extends Win Streak On China Tariff News”.
Nos creímos que el ciclo alcista del mercado era infinito y el coronavirus afectaba cero, o nos lo hicieron creer, porque mi teoría es que el smart money nos coló una distribución como una casa de payés:
En este gráfico comparo la evolución de la línea AD del Nyse (número de valores que suben menos valores que bajan) en color rosa con el S&P 500 en color negro. Observarán que el crecimiento de mediados de enero es sano en términos de mercado, sube el S&P 500 y la línea AD acompaña, pero fíjense que, después de anunciarse el coronavirus, hay una subida muy fuerte del S&P 500 pero al AD ya no acompaña, el fondo de mercado perdía fuerza y lo reflejaba con una marcada divergencia bajista. La AD ya detectó que la manzana tenía gusano. Luego el derrumbe es espectacular. A mi juicio, ha sido una empapelada en toda regla.
La pregunta del momento es: ¿Qué hacer? Estamos ya en modo capitulación y hay que mantener e, incluso, entrar con nueva liquidez, o esto es el principio de algo más gordo.
Mantengo o me salgo, para los que están.
Entro o me espero, para los que no están.
Si lleva tiempo leyendo este blog y me conoce ya sabe lo que le contestaré: eso no lo sabe nadie. Lo que oirá por parte de su gestor de inversiones / gestor de fondos, es que el market timing es imposible (básicamente porque ellos tienen poquita idea de cómo hacerlo) y que perderse los mejores días del mercado lleva a resultados mediocres o malos. Por otro lado también oirá tertulianos y seguidores del Dr. Niño Becerra, que dirán que el Día del Juicio Final ya está muy cerca y que vaya haciendo testamento. No lo saben ni unos ni otros, créanme. Estamos en lo de siempre, en empeñarnos en buscar certezas en un mundo incierto.
El VIX nos indica momento pánico. En el gráfico comparo el S&P 500 (negro) con el VIX (rosa). En la caída fuerte de finales de 2018 el VIX llegó al nivel 36, marcando el punto pánico de ese movimiento y a partir de ahí corrigió y el mercado siguió subiendo. El VIX cayó casi tan rápido como subió. No es una ley pero si es una pista. Para volver a entrar tenemos que seguir el movimiento del VIX y tiene que normalizarse. El VIX ha superado el nivel 40. Si el VIX cae con fuerza, sonará la música y volveremos a correr alrededor de las sillas, pero por el contrario, si el VIX se instala en la duda nos podemos quedar sin sillas y sin música. Siga el VIX.
En este tipo de situaciones; fuertes correcciones del mercado en muy poco tiempo, es clave entender si las razones son coyunturales o estructurales, que es algo sobre lo que tampoco podremos afirmar con certeza, pero en cualquier caso, conviene acotar el campo de juego. Mi razonamiento es el siguiente:
Mi hipótesis es que el coronavirus es coyuntural. No es el fin del mundo. Se encontrará un remedio y eso, sumado al esfuerzo de las autoridades en aislar a las personas y a las zonas afectadas limitará el impacto (otra cosa es en cuánto tiempo).
Pero, mi hipótesis de fondo es que la desaceleración ya estaba en marcha -antes del coronavirus- y lo que tenemos es un factor exógeno, con potencial para ser un cisne negro incluso; que va a acelerar el camino a la recesión y a los problemas. En otros posts pasados ya he mencionado la gran burbuja de la renta fija y la cantidad de papel de emisores que están un solo grado por encima del bono basura que a la mínima que haya una revisión de ratings a la baja, puede desencadenar una situación compleja y difícil de gestionar en la renta fija, con implicaciones en el mundo financiero pero también en la economía real.
Por último y para acabar, mi selección de activos a prueba de virus:
Dos españolas por ser compañías con una proyección tremenda: Iberdrola (MC:IBE), líder de energías verdes y Cellnex (MC:CLNX) por su apuesta para ser un player relevante nivel europeo en el 5 G y una americana, Netflix (NASDAQ:NFLX), porque si ya las nuevas tendencias apuntaban a pasar más tiempo en casa, ahora con los virus campando a sus anchas aún más.
Renta fija core: no mire lejos, el Bund lo está haciendo de cine. En el año ya lleva un 3.86%. Es accesible vía fondos de renta fija a largo, vía ETF (con apalancado incluso) y vía futuros para expertos.
Oro: el refugio de siempre, la divisa universal. Ya he comentado en otras ocasiones que es el canario de la mina cuando el mercado muestra sobrecompra y el oro sube. Ahora también puede avisarnos de que el pánico va a remitir: en los últimos días el oro está cayendo fuerte, lo cual es, para mi, otro indicio de que el momento pánico no puede mantenerse de forma permanente. Otro factor más de indecisión sobre salir o quedarse.
El lunes dos de marzo, tenemos PMIs (chino, alemán, americano e inglés). Ojo al dato. Todavía no se han visto afectados por el coronavirus (o muy poco), pero atención a como salen, porque si salen mal, el panorama se nos puede complicar.