Es una locura pensar que operar en los mercados financieros es una tarea fácil. También lo es el pensar que en un par de fines de semana ya podemos operar con éxito.
Hace tiempo que estoy dando vueltas al tema y, desde la absoluta sinceridad, creo que es normal pensar que es posible. Nuestra mente se aferra a la idea de que haciendo trading se nos va a acabar la escasez y vamos a enriquecernos en dos días. Quizás, en este momento, tu ego ya te haya dicho que mejor no seguir leyendo y que no interesa lo que estas líneas quieren transmitirte. A partir de aquí, haz lo que más te convenga.
Desde mi humilde perspectiva, pienso que damos muchas vueltas a las cosas e insistimos en querer tener la razón y en conseguir algo que nos haga sencillo el adquirir la habilidad para sobrevivir y ganar en esta dificilísima actividad.
Para utilizar un símil profesional, a veces comparamos la cirugía con el trading. Se dice que para ser un auténtico cirujano hay que de estudiar durante muchísimos años para adquirir la habilidad y precisión necesarias, además de muchísima práctica. ¿Acaso te atreverías a dejarte operar por alguien que se hubiera leído todos los libros de cirugía del mundo pero que no haya hecho más de dos o tres operaciones a cráneo abierto? No sé qué harías tú... pero yo lo tengo claro.
Con las inversiones en bolsa pasa algo similar. Tomar operaciones es fácil, tan solo es necesario un simple clic en el mouse y estarás tomando una operación desde la plataforma de trading. Lo que es difícil es argumentar por qué se toma esa operación y ser fiel a un sistema preestablecido que tienes plasmado en un plan de trading.
Tendemos a beber información de diferentes fuentes como formaciones, conferencias, charlas, webinarios y cursos de fin de semana. Es necesario hacerlo, por supuesto; todos necesitamos formarnos y seguidamente nos disponemos a ponerlo en práctica. Lo curioso del tema es que lo queremos todo fácil, deseamos que nos digan cómo hacer dinero y de forma rápida. En mi experiencia, es absurdo pensar en conseguirlo sin tiempo y humildad.
Otro aspecto en el que incidimos una y otra vez es que nos encanta dar vueltas sobre lo mismo, centrándonos en voltear, voltear y seguir volteando. Pero lo más importante de esta peonza no es la energía cinética que permite que dé vueltas y más vueltas, lo relevante es la punta que toma contacto con el suelo y centra la energía en ese punto para girar. Céntrate en eso.
¿Por qué no hacemos lo mismo con nuestra operativa y forma de operar? ¿Por qué seguimos buscando alternativas sin poner en práctica lo que ya sabemos? Pues porque a nuestro ego no le da la gana. Así de claro.
El funcionamiento de este aspecto es el mismo independientemente de la personalidad que tengas como inversor o trader. Da igual el tipo de enneatrader que seas (y te recuerdo que existen nueve perfiles diferentes, como mínimo).
Pues eso, centrándonos en la punta de la peonza, me gustaría advertirte de que esa práctica es de lo más difícil: centrarse en lo que mejor sabemos hacer y, a partir de ahí sacar conclusiones.
Si ya llevas algún tiempo te darás cuenta que hay que centrarse. Si llevas menos tiempo, también deberás centrarte y no perder demasiado el tiempo. Ahora te toca a ti dar vueltas y poner la punta que mejor te siente.
Buen trading y que la inercia centrífuga o centrípeta te lleve a buen fin.