Puede que el gas natural esté barato ahora mismo, ¿pero está lo suficientemente barato como para que los servicios públicos de Estados Unidos se pasen del carbón al gas en masa?
Es una pregunta relevante, todo parece indicar que la Administración de Información Energética de Estados Unidos anunciará que las reservas de gas registraron la semana pasada un enorme aumento de 91.000 millones de pies cúbicos en su informe de hoy.
La inyección de gas correspondiente a la semana que concluía este 19 de abril —la cuarta de este año desde que terminaran las retiradas de los depósitos de este invierno— llega en un momento en que la producción de gas registra máximos históricos y en mitad de una primavera más cálida de lo habitual que podría lastrar la demanda de carburante para calefacción.
Desde que la calefacción invernal alcanzara su punto máximo en noviembre, los futuros de gas Henry Hub de la bolsa mercantil de Nueva York descendieron un 36% en diciembre y han seguido cayendo sin interrupción durante los últimos cuatro meses, acumulando unas pérdidas hasta la fecha de un 15%.
El contrato de gas Henry Hub de referencia registró mínimos de tres años en 2,478 dólares por millón de unidades térmicas británicas la semana pasada y ahora ronda los 2,51 dólares. El gráfico técnico diario de previsiones de Investing.com asigna una calificación de “fuerte venta" al contrato, fijando el fondo en tan sólo 2,406 dólares.
Es posible que el combustible baje incluso más, de manera que algunos analistas creen que el cambio del carbón —más costoso— al gas será algo de cajón para los servicios públicos cuando la demanda de refrigeración estival comience a finales de mayo.
Si ese cambio gana fuelle, los precios de la gasolina podrían salirse de su tendencia bajista e incluso dispararse de aquí a un mes.
Scott Shelton, bróker de futuros de energía de ICAP (LON:NXGN), en Durham, Carolina del Norte, es uno de los que apuestan por la posibilidad de que los asesores de comercio de materias primas (los CTA por sus siglas en ingles), o los fondos de cobertura, se vuelvan alcistas a medida que vaya ganando fuelle el cambio del carbón al gas.
Shelton dice:
"Creo que los precios son demasiado baratos, y no me sorprendería que los CTA hubieran vendido 75.000 lotes desde el último informe de la EIA".
"El cambio del carbón al gas, con cierta demanda de carga, reforzará el equilibrio entre la oferta y la demanda de gas. Es una buena combinación de factores para generar un repunte que será tan inesperado como esta venta masiva".
Dominick Chirichella, director de riesgo y comercio del Instituto de Gestión de la Energía de Nueva York, tiene una opinión similar.
Chirichella explica:
"Ahora que parece que la previsión meteorológica indica que van a subir las temperaturas en la mayor parte del país, los precios podrían estar acercándose a tocar fondo a corto plazo".
"Se prevé que unas temperaturas más bajas de lo normal recorran la mayor parte del norte de Estados Unidos este fin de semana. Se espera que sigan dándose temperaturas más bajas de lo normal en el norte de Estados Unidos durante unos días más, unos 6-10 días, mientras que en el sur habrá temperaturas por encima de lo normal".
Las temperaturas de la semana pasada fueron más elevadas de lo normal, con 62 grados día de calefacción frente a la media de 73 de los últimos 30 años en este período. La misma semana del año pasado se registraban 105 grados día de calefacción.
Los grados día de calefacción miden cuántos grados por debajo de 65 grados Fahrenheit (18 grados Celsius) se encuentra la temperatura media de un día y se utilizan para estimar la demanda de calefacción de hogares y negocios.
Kent Bayazitoglu, analista de gas de Gelber & Associates, en Houston, afirma que las inyecciones de gas a partir de esta semana podrían superar la marca de los 100 millones de pies cúbicos a medida que vayan subiendo progresivamente las temperaturas.
Bayazitoglu dice:
"Las previsiones meteorológicas indican un aumento de la demanda pues se espera calor en el sureste y nieve en las zonas de las montañas rocosas”.
Sin embargo, no cree que los precios vayan a dispararse en un futuro próximo. "La previsión meteorológica no es lo bastante optimista como para lastrar la demanda de gas".