-
Los resultados muestran que las empresas (salvo el sector bancario) han conseguido trasladar la inflación casi por completo al cliente final
-
Los costos han aumentado considerablemente, presionando los márgenes, especialmente para los valores tecnológicos
-
Históricamente, la caída de los beneficios del S&P 500 durante los periodos de recesión es del 23.6% de media
-
Sector bancario: Beneficios interanuales -33%, ingresos interanuales -10%.
-
Sector tecnológico: Beneficios interanuales -27, ingresos interanuales +24%.
-
Sector financiero: Beneficios interanuales -17%, ventas interanuales +22%.
-
Bienes de consumo: Beneficios interanuales +35.68%, ventas interanuales +14,52%.
-
Promedio de empresas estadounidenses: Beneficios interanuales -10%, facturación interanual +13%
Después de bastante tiempo, pude tomarme dos semanas de descanso. Sin embargo, no pude evitar seguir los mercados, y qué momento tan emocionante.
Para entender mejor dónde estamos ahora (y hacia dónde podríamos dirigirnos), empecemos el análisis de hoy con los beneficios trimestrales. A continuación, vemos los resultados de las principales empresas estadounidenses divididos por sectores:
De las cifras se desprende que las empresas (a excepción del sector bancario) consiguieron repercutir la inflación casi en su totalidad en el cliente final, lo que explica en parte el aumento de la facturación positiva de todos los grandes sectores (especialmente el de bienes de consumo).
Sin embargo, si observamos la evolución de los beneficios, vemos cómo los costos también han aumentado considerablemente, presionando los márgenes, especialmente en el caso de los valores tecnológicos.
Ahora echemos un vistazo a la evolución histórica de los beneficios en periodos de recesión, ya que parece que después de las guerras, la inflación y las pandemias, una recesión podría ser nuestro próximo coco.
Fuente: Callum Thomas
Aquí tenemos que, en promedio, la caída de los beneficios del S&P 500 en periodos de recesión es del 23.6%. Por lo tanto, si lo leemos así, parecería que aún nos queda camino por recorrer (en cuanto a la disminución) en los balances corporativos. Y esto, además, frente a otros riesgos (véanse las tensiones entre Estados Unidos y China sobre Taiwán).
En cualquier caso, esto no debería alejarnos de nuestras estrategias como inversionistas a largo plazo. Como repetí a menudo en la primera parte del año, comprar (inteligentemente) en los descensos ayuda a nuestra estrategia con el horizonte temporal y la diversificación adecuados.
Los mercados han empezado a subir de nuevo desde principios de julio. Todavía no sabemos si será sólo un pequeño rebote o una nueva reanudación de la tendencia alcista. Pero, francamente, tampoco me importa mucho.
A nivel gráfico, informé que el triángulo ascendente del NASDAQ Composite iba camino de un cierre perfecto, como puede (ver aquí). Ahora, tanto el índice tecnológico como el S&P 500 están cerca de importantes resistencias de corto plazo. Cómo reaccionarán en estos niveles nos dará más información sobre la fuerza de este rebote.
Divulgación: El autor está actualmente invertido en largo en el S&P 500 y en el NASDAQ.