El dólar está cayendo, tras su mayor y más largo repunte desde septiembre, de mínimos de 89,23 a máximos de 92,83, en una subida del 4% en tres semanas.
La mayoría de las opiniones encuentra una causa fundamental para esta caída: la aceleración del endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed). Sin embargo, también puede haber otra explicación técnica. Los datos del COT revelan que los traders se han posicionado en corto en cuanto al dólar a unos niveles casi sin precedentes. El repunte de la divisa de la reserva les ha explotado en la cara, obligándolos a buscar cobertura cerca de máximos.
Tras subir durante diez de los últimos once días, tiene mucho sentido que se haya dado una recogida de beneficios. El RSI está cayendo (porque la divisa sigue en territorio de sobrecompra) desde el nivel de 76 donde se encontrara, su lectura más alta desde las elecciones de Estados Unidos de noviembre de 2016. El billete verde ha sufrido una sobrecompra tras subir 600 puntos, un 6,25%, junto con el llamado "Trump Trade".
Actualmente hay dos escuelas de pensamiento en cuanto a las previsiones de rumbo del dólar. Los que se centran en la lectura de sobrecompra del RSI esperan una corrección, mientras que los que se centran en que el lunes superó el DMA 200, que confían en que siga al alza. Los hechos parecen apoyar a este último grupo, ya que incluso después de que el billete verde alcanzara en el RSI extrema condición de sobrecompra en noviembre de 2016, subió con determinación otros 200 puntos, un 2% más.
Aunque la penetración del DMA 200 ha sido incluso de menos de un 1%, invitando así a una trampa para alcistas, ha cruzado por encima de su línea de tendencia bajista por primera vez desde diciembre de 2016 cuando el presidente Donald Trump castigó la divisa local al decir al Wall Street Journal que el fortalecimiento del dólar "nos está matando".
Además, el RSI semanal penetró una resistencia en octubre, estableciendo una tendencia alcista del impulso.
¿Podría Arabia Saudí estar intentando debilitar el dólar?
Entonces ¿cuál puede ser exactamente la causa de la caída del dólar? Está bien claro que el fortalecimiento del dólar lastra el precio del petróleo, además de otras materias primas. Hemos señalado anteriormente que Arabia Saudí hará lo que sea necesario para apoyar los precios del petróleo antes de la salida a bolsa de Aramco. Aunque la siguiente teoría sea convincente, es importante señalar que se basa sobre todo en la especulación, porque no tenemos evidencias que la apoyen.
Arabia Saudí ha liquidado gran parte de sus activos en el extranjero, para cubrir el déficit provocado por la caída de los precios del petróleo, que descendieron 40.000 millones de USD durante el último año. Sin embargo, en contraste, las participaciones en letras del Tesoro de Arabia Saudí han registrado máximos de un año en 114.400 millones de USD en marzo, frente a los mínimos de 89.500 millones de USD de septiembre pasado. Arabia Saudí es el duodécimo mayor inversor extranjero en bonos del Tesoro estadounidense.
Siempre ha existido la preocupación de que China atacaría a Estados Unidos por dejar de comprar sus bonos. Ese miedo es aún mayor ahora, pues a los inversores les preocupa que China pueda usar las inversiones estadounidenses para presionar durante las negociaciones comerciales (o de otro tipo). En este caso, sin embargo, ese miedo ha sido continuamente disipado por la confianza en que China necesita los bonos del Tesoro de Estados Unidos para su estabilidad financiera. “Matar” el mercado del Tesoro sería para los chinos como escupir hacia arriba.
La situación de Arabia Saudí, sin embargo, es muy diferente a la de China. En primer lugar, sus 114.400 millones de USD son una risible décima parte de las participaciones de 1,16 billones de USD de China. En segundo lugar, Arabia Saudí no depende de Estados Unidos para su estabilidad financiera. Por el contrario, se han estado apartando de otros países y su único objetivo es aumentar el valor de sus principales materias primas y productos comercializables tanto como sea posible.
Así que tenemos que preguntarnos, ¿es posible que Arabia Saudí se esté preparando para debilitar el dólar liquidando sus participaciones de bonos del Tesoro de Estados Unidos, impulsando el precio del petróleo antes de su salida a bolsa? No tenemos una respuesta, por supuesto, pero es interesante especular.