El Parlamento griego, en la madrugada del jueves pasado, convirtió en leyes un segundo paquete de reformas reclamadas por los acreedores internacionales como paso previo para un tercer rescate de Grecia. Ahora, representantes de los acreedores del país son esperados en Atenas los próximos días para examinar con lupa la economía griega y adaptar este nuevo proyecto de rescate.
Grecia, que tiene las arcas vacías, debe devolver 3.190 millones de euros al BCE el 20 de agosto, antes de otro de 1.500 millones que le debe pagar en septiembre al FMI. Alexis Tsipras había instado a sus diputados a "adaptarse a las nuevas realidades" y a aprobar este segundo paquete de medidas. Descartó "abandonar voluntariamente" el Gobierno, afirmando que la presencia de la izquierda radical es "un bastión para la defensa de los intereses del pueblo", y prometió batallar para mejorar el acuerdo.
Asimismo, el BCE elevó por segunda vez en una semana a unos 90.800 millones de euros el techo de préstamos al que la banca griega puede recurrir a través del mecanismo de liquidez de emergencia (ELA).
Sin embargo, la fecha de inicio de las negociaciones formales sobre un nuevo programa de rescate a Grecia aún no se ha fijado porque los acreedores internacionales todavía están buscando un lugar seguro para mantener los encuentros en Atenas, dijo el viernes un alto funcionario de la Comisión Europea.
Y otra excelente noticia sobre el empleo en los Estados Unidos se conoció el jueves pasado. El Departamento del Trabajo informó ese día que los pedidos de subsidio por desempleo habían registrado una importante caída en la semana terminada el 18 de julio, al descender en 26.000, hasta 255.000, el nivel más bajo desde noviembre de 1973. El dato fue mejor al esperado, ya que la expectativa era que permanecieran en el nivel de los 280.000, pero en cambio perforaron la barrera de los 265.000 en donde estaban los mínimos de este año.
Este informe importante fue de los pocos que se publicaron en la semana, habiéndose puesto ahora la atención en la reunión del próximo martes y miércoles de la Fed y en lo que ocurrirá con la primera lectura de crecimiento del segundo trimestre que se conocerá el jueves. Al cierre del viernes pasado el euro cotizaba en New York a USD 1,0980.
Argentina: El Gobierno opera sin límites para controlar el mercado
El tema económico es el que más está preocupando y la semana pasada esto quedó perfectamente demostrado por las acciones emprendidas por el Gobierno en varios ámbitos para tratar de evitar una corrida en el mercado de cambios informal que empujara el valor del dólar "libre" a marcar un récord histórico por encima de los 16 pesos.
Por supuesto, y como ya es habitual, el Gobierno no recurrió a medidas ya conocidas y utilizadas en el mundo civilizado para enfrentar estos problemas, sino que volvió a insistir con su voluntarismo exacerbado a hacer todo lo contrario. El BCRA emitió más dinero a pesar de que hoy los pesos sobran, haciendo crecer así su cantidad a una tasa del 35% anual y, nuevamente, amenazó a los operadores de los mercados bancarios y financieros.
Además, el ente monetario actuó casi agresivamente ofertando bonos en dólares, con órdenes de venta a precios por debajo de los que se estaban operando en ese momento. Pero, y esto es también realmente insólito, la ANSES se sumó al operativo con dinero del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (de los jubilados) ofreciendo en el mercado bonos en dólares con la ayuda de “manos amigas”.
Asimismo, el BCRA siguió vendiendo generosamente el "dólar ahorro", habiendo llegado esa vergonzante operatoria a cifras récord de USD 584 millones en lo que va de julio, faltando sólo cinco días hábiles para finalizar el mes. Mientras, también preocupa la acción emprendida por los "fondos buitres" para bloquear toda la deuda argentina en moneda extranjera y por eso el Gobierno estaría diseñando alguna alternativa para encarar en octubre próximo el pago de USD 5.900 millones correspondientes al Boden 2015, a lo que se agregaría el vencimiento de un bono de 500 millones de dólares de la provincia de Buenos Aires.
Asimismo, Axel Kicillof ordenó profundizar los controles en la City, con una mayor presencia policial, a las que agregó agentes de la Gendarmería y Prefectura, como así a personal de la AFIP y PROCELAC. Sin embargo, lo relatado no fue todo, porque el BCRA protagonizó otro hecho, que ya ha consumado otras veces y que puede ser catalogado como ilegal, cuando intervino en el mercado de futuros vendiendo contratos a precios más bajos de los que se operaban haciendo gala, una vez más, de su poder omnímodo.
Pero el jueves por la tarde, sorpresivamente, como actúa habitualmente, Alejandro Vanoli decidió subir las tasas de interés de los plazos fijos menores a los 90 días al 23,6% y para los de hasta ese plazo y 120 se ubicarán en el 25,6% y el 26,2% respectivamente. Además, también ajustó las tasas de pases activos y pasivos, llevándolas al 18% para los pasivos por un día y al 20% para siete días, mientras que los activos para un día serán del 23%, a siete días el 24% y a sesenta días el 26%.
Llamó la atención el cambio de política, tras sostenerla costosamente por mucho tiempo, para reemplazarla, ahora, por una claramente “ortodoxa". Finalmente, y para colmo de males, se confirmó que el saldo del comercio exterior argentino, que dio a conocer recientemente el INDEC, fue sobreestimado en USD 1.958,6 millones. Y en medio de la irracionalidad, la incertidumbre y confrontación descontrolada el MULC argentino continúa su actividad para tratar de facilitar el necesario encuentro de los oferentes y demandantes, en un mercado fuertemente intervenido por el BCRA y reducido en tiempo real a sólo dos horas diarias de frenética actividad.
Así, en las últimas cinco jornadas de la semana pasada las entidades pudieron operar entre sí unos USD 1.176 millones, con un promedio diario de USD 235 millones, pero con una reducción de los valores transados de un 25% con relación al similar período anterior. El Banco Nación, a instancias del ente monetario, fijó el viernes su cierre vendedor de transferencia en $ 9,1680, con un ajuste al alza semanal del 0,2%.
Mientras, y a pesar de las diversas acciones oficiales para impedirlo, el dólar "libre" llegó a marcar el martes un máximo de $ 15,09, manteniendo una brecha con el oficial por encima del 50%. Por su parte, el BCRA logró un saldo positivo de unos USD 140 millones en sus intervenciones diarias y las reservas, según dato provisorio, quedaron sumando USD 33.924 millones.