Huelga en puertos de EE.UU., debate de Vance y Walz, y guerra en Israel

Una huelga de estibadores estadounidenses iniciada esta semana podría perturbar las cadenas de suministro mundiales, aún marcadas por las perturbaciones del COVID. Aunque no se espera que cause problemas tan profundos, podría enturbiar las opiniones de la Reserva Federal sobre la inflación mientras los responsables políticos debaten su próximo movimiento de tipos. Incluso una huelga breve de dos semanas corre el riesgo de revertir la caída de los precios de los bienes duraderos que está ayudando a anclar la inflación. La huelga puede distorsionar los datos de empleo de octubre al deprimir las nóminas declaradas y hacer subir el desempleo.

Ayer, las ofertas de empleo en EE.UU. mostraron un inesperado aumento en agosto tras dos descensos mensuales consecutivos, aunque la contratación fue suave. Las renuncias cayeron al nivel más bajo desde agosto de 2020, señal del enfriamiento de la confianza en el mercado laboral. La ralentización del mercado laboral respalda las expectativas de que la Fed vuelva a recortar los tipos en noviembre y diciembre. Se espera que el informe de empleo de septiembre del viernes muestre un crecimiento moderado de las nóminas no agrícolas de 140.000.

La actividad manufacturera estadounidense se mantuvo en niveles más débiles en septiembre, según el PMI manufacturero del ISM, que se mantuvo sin cambios en 47,2, lo que indica una contracción continuada. Sin embargo, los nuevos pedidos mejoraron subiendo hasta 46,1 en septiembre desde 44,6 en agosto, lo que sugiere un posible repunte en los próximos meses. La producción también mostró signos de recuperación, con el subíndice de producción subiendo a 49,8 desde los 44,8 del mes anterior. Los datos del PIB mostraron que la producción manufacturera aumentó a una tasa anualizada del 2,6% en el segundo trimestre, tras un ritmo del 0,2% en el primero, y es probable que siga aumentando tras los recientes recortes de tipos de la Reserva Federal. La caída del empleo en el sector manufacturero se acentuó en septiembre, según el subíndice de empleo, que cayó a 43,9 desde los 46,0 anteriores.

Visión del mercado:

Los mercados sufrieron ayer un revés ante el inminente ataque de Irán a Israel. El S&P 500 retrocedió desde los máximos hasta la zona de los 5750 puntos en la que se encuentra actualmente. El Nasdaq 100 perdió los 20.000 puntos que tanto le había costado ganar y ahora se encuentra en los 19.780 puntos.

Como era de esperar por su naturaleza de refugio seguro, el dólar se fortaleció, el índice DXY se acercó a los 101,50 puntos, retrocediendo ligeramente desde entonces. La incertidumbre mundial está impulsando la inversión en activos refugio como los bonos estadounidenses, lo que a su vez aumenta la demanda del dólar, impulsando su valor en los mercados. El par EUR/USD ha perdido 1,11 y actualmente cotiza en la zona de 1,1070.

Los mercados europeos también cayeron. El DAX 40, que la semana pasada se acercaba a un nuevo máximo en la zona de los 19.500 puntos, ha caído hasta los 19.095 puntos en estos momentos. El Eurostoxx 50 también ha perdido el soporte de los 5.000 puntos.

Sorprendentemente, el oro sigue en calma, cotizando por debajo de los máximos de septiembre de 2.670 $/oz. El bitcoin ha retrocedido bruscamente, cayendo más de 5.000 $ desde la zona de los 65.000 $ hasta el precio actual de poco más de 61.000 $. Comentamos el crudo en la sección de geopolítica.

Geopolítica:

Ayer el crudo subió más de un 8% debido a las tensiones en Oriente Medio. Sin embargo, el precio ha alcanzado niveles similares a los máximos de la semana pasada sin prosperar más, con el crudo Brent cotizando por encima de los 75,50 $ el barril.

Irán lanzó una andanada de misiles contra Israel en respuesta al asesinato de Hassan Nasrallah, jefe del grupo libanés Hezbolá, y del comandante del IRGC Abbas Nilforoushan la semana pasada en Beirut, así como al asesinato del líder de Hamás Ismail Haniyeh en Teherán en julio. El CGRI dijo que su objetivo eran bases militares israelíes, mientras que Israel afirmó haber interceptado la mayoría de los casi 200 proyectiles disparados. Sin embargo, las redes sociales han mostrado multitud de imágenes de fuertes impactos de misiles y explosiones sobre Israel. El ataque supuso el primer uso informado por parte de Irán de los nuevos misiles hipersónicos Fatah e incluyó un ciberataque. Israel está prometiendo represalias mientras que Irán ha advertido que no responderá a su operación de «autodefensa». Los expertos advierten del riesgo de que los combates se conviertan en una guerra regional si no se produce un cambio en la política estadounidense hacia Israel.

Es relevante señalar en este punto que, China tiene un acuerdo de asociación estratégica firmado con Irán en 2021 que incluye la cooperación económica y militar. En el caso de Rusia, la cooperación militar es más estrecha y, según Estados Unidos, Irán desempeña un papel fundamental en el apoyo a la producción militar rusa. Por otro lado, Estados Unidos anunció ayer su pleno apoyo y disposición para defender a Israel o coordinar nuevos ataques. La escalada y polarización de Oriente Próximo podría ser el detonante de un gran conflicto a escala mundial.

El demócrata Tim Walz y el republicano JD Vance se enfrentaron ayer en un debate sorprendentemente civilizado en comparación con la fea campaña electoral empañada por una retórica incendiaria e intentos de asesinato. Vance evitó responder si impugnaría los resultados de las elecciones de 2022 si Trump pierde, mientras que Walz acusó a Trump de instigar el ataque al Capitolio del 6 de enero. En el debate se trataron temas como la crisis de Oriente Próximo, los impuestos y el cambio climático en un tono generalmente cordial en comparación con la división de la campaña. Walz fue interrogado sobre afirmaciones pasadas de haber estado en China durante la represión de la plaza de Tiananmen en 1989. Vance defendió su apoyo a Trump a pesar de las críticas del pasado, al tiempo que se distanció de la prohibición nacional del aborto.