En una sesión típica de consolidación, AYER los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses cerraron de forma mixta y sin grandes cambios. Durante toda la jornada los índices se estuvieron moviendo en un estrecho intervalo de precios, sin que tampoco se pudiera identificar ninguna “tendencia sectorial” destacada, lo que podría indicar que los inversores decidieron tomarse el día a “título de inventario”, a la espera de que la semana que viene comience de forma oficiosa en Wall Street la temporada de publicación de resultados trimestrales. Todo ello provocó que la actividad en los mercados de valores occidentales fuera AYER muy reducida, especialmente en Wall Street, mercado donde el volumen de contratación fue el más corto del año. Ello, no obstante, no evitó que el S&P 500 fuera capaz de cerrar ligeramente al alza, alcanzando de esta forma su decimoctavo máximo histórico en lo que va de ejercicio.
Durante la sesión, y en el ámbito macroeconómico, lo más relevante fue la publicación en la Zona Euro y en sus principales economías de las lecturas finales del mes de marzo de los índices adelantados de actividad compuestos y del sector servicios, los conocidos como PMIs. Señalar que, según estos indicadores, la economía de la Eurozona volvió a expandirse en su conjunto en términos intermensuales tras meses de contracción, impulsada por la fortaleza mostrada en marzo, una vez más, por el sector de las manufacturas y a pesar de que el sector de los servicios siguió contrayéndose en el mes analizado, aunque a un ritmo sensiblemente menor que en meses precedentes. Este último sector sigue muy penalizado por las medidas restrictivas a la movilidad de los ciudadanos y a la actividad de muchas empresas que han adoptado las autoridades de la región en su intento de contener la nueva ola de la pandemia. Así, en marzo el sector de los servicios se contrajo en tres de las cuatro mayores economías de la región: Francia, Italia y España, mientras que sólo se expandió marginalmente en Alemania. Habrá que esperar todavía algún tiempo, hasta que se vayan levantando dichas restricciones, para que este sector pueda aportar lo que le corresponde al crecimiento económico de la región. No obstante, y a pesar de que las lecturas de los PMIs superaron en su conjunto lo esperado por los analistas, mostrando además una ligera mejoría de la actividad en la segunda quincena del mes analizado, la reacción de las bolsas fue limitada.
Por la tarde, y ya con las bolsas europeas cerradas, se publicaron en EE.UU. las actas de la reunión de marzo del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC), actas que no hicieron más que confirmar que, por el momento, el banco central estadounidense va a seguir apoyando a la economía del país, manteniendo sin cambios sus actuales políticas monetarias ultralaxas. En ese sentido, señalar que la mayoría del comité considera que todavía se está lejos de alcanzar los objetivos de empleo y de inflación establecidos por la Fed. Además, casi todos ellos restaron importancia al repunte puntual que se espera experimente la inflación en los próximos meses, catalogándolo como de coyuntural. La reacción de la bolsa estadounidense a la publicación de las mencionadas actas fue también muy limitada, aunque permitió que tanto el Dow Jones como el S&P 500 cerraran la jornada ligeramente al alza. En este mercado fueron los valores de pequeña capitalización los que peor comportamiento tuvieron AYER, lo que llevó al Russell 2000 a cerrar la jornada con un descenso superior al 1,5%, desmarcándose de este modo del resto de los principales índices bursátiles estadounidenses.
HOY, en principio, esperamos que las bolsas europeas abran al alza, aunque sin mucha convicción. La sesión volverá a ser de transición, con los inversores a la espera de acontecimientos, lo que nos hace pensar que la actividad será, un día más, muy reducida, en una jornada que presenta una agenda macro muy limitada, en la que destaca únicamente la publicación esta mañana en Alemania de los pedidos de fábrica del mes de febrero, que se espera hayan rebotado con fuerza con relación a enero, y, ya por la tarde y en EE.UU., de las cifras de desempleo semanal, que deberían reflejar una significativa mejora con relación a las de la semana pasada. Además, se publicarán las actas de la reunión de marzo del Consejo de Gobierno del BCE, en las que lo más relevante será analizar lo que sus miembros dijeron durante la misma en relación a la flexibilidad de la que se pretende dotar al programa de compras de emergencia para la pandemia (PEPP).
Por lo demás, señalar que en Europa continúa la polémica con relación a la vacuna contra el Covid-19 desarrollada por AstraZeneca (LON:AZN), vacuna que es fundamental si la región quiere alcanzar los objetivos de inmunización que ha establecido la Comisión Europea (CE). Así, AYER la Agencia Europea del Medicamento (EMA) dijo, tras un nuevo estudio exhaustivo de la vacuna, que no descarta que pudiera haber algún vínculo entre la misma y algunos casos de trombos muy extraños que han sufrido algunas personas a las que se le administró la misma. No obstante, la EMA volvió a insistir que los beneficios de usar la vacuna superan con creces los potenciales riesgos que ello conlleva. Está por ver qué deciden hacer los políticos al respecto, siendo lo más factible que limiten el uso de la misma a ciertos segmentos de población, los que menos riesgo de sufrir trombos presenten. Cualquier decisión más drástica entendemos que conllevaría un nuevo retraso en el ya de por sí más que deficiente proceso de vacunación que se está llevando a cabo en la Unión Europea (UE), lo que podría ser mal recibido por los inversores, la mayoría de los cuales parece que siguen descontando que la región alcanzará “algo parecido” a la inmunidad de rebaño antes del verano