He hablado durante este año con cierta tranquilidad de las correcciones por diferentes motivos. El más sencillo de todos consistía en que un chartista como yo necesita ver a su mercado director -Wall Street- presentando cierta debilidad para darle importancia a los hechos de la tendencia. Y eso no había sucedido hasta los primeros días de la semana que hemos dejado atrás.
El otro es historicista, ligado a los retornos a largo plazo del mercado y al hecho de que en más de 200 años no hay excepción: cuando suceden cosas como las vividas en 2009 se terminan épocas de gran escepticismo bursátil y nacen mercados alcistas de largo plazo que sólo se terminan tras procesos compradores de gran intensidad en los que los retornos históricos se van muy por encima de la regresión a la media del retorno bursátil a largo plazo (6,5/6,9 por ciento anual, sean cuales sean los 50 años que usted tome en estos 215 últimos). Y eso, ni ha sucedido ni sucederá en mucho tiempo en un mercado que puede subir a un ritmo del 6,7% anual a largo plazo sin que se produzca un movimiento por encima de la citada regresión. Sobre ésta hablaré regularmente para que los árboles no nos impidan ver el bosque, pero de poco sirve operativamente; sobre todo para quien pone por encima de todo la preservación de capital.
Y no, esta semana tampoco voy a darle un pronóstico respecto a lo de Grecia. Hubiera estado más bonito el mercado callado y a la espera durante la semana pasada, pero entonces no sería el mercado… Pulpo Paul hubo uno y resulta irrepetible. Sí puedo decirle que junio ha propuesto una debilidad que no esperaba tan pronto. Tenemos un incendio, y ese es el primer paso hacia algún tipo de infierno. Tenemos sobre la mesa circunstancias que se habían visto desde que el pasado septiembre planteé aquello de hacerme monje si el mercado no corregía. No se tienta la suerte dos veces, así que no repito…, pero la idea de una corrección se ha extendido y debo recordar las grandes resistencias de medio/largo plazo que presentan el DAX y sobre todo el Euro Stoxx 50 en su versión total return. Se ha intentado la ruptura de las mismas pero no se ha logrado tras rubricarlo una vuelta mensual después de dos meses de patrones que sólo planteaban dudas lógicas tras el brutal movimiento del trimestre previo. Es cierto que el DAX30 logró hace tiempo la ruptura y no me cabe duda de que el conjunto de la bolsa europea lo hará también, pero la hora podría retrasarse y permitir alguna clase de ajuste relevante. Hasta tres grandes resistencias presentaba el índice en las inmediaciones de los 7.000 puntos en su versión total return, y con los cierres de junio podemos afirmar que, por primera vez, los precios sugieren debilidad en zona de resistencia más allá del corto plazo.
Al otro lado del charco, donde la subida libre es casi absoluta -el Nasdaq no ha superado, por un pelo, los altos de 2000-, el mercado presenta una primera señal de debilidad bajista desde hace meses. Las rupturas con hueco de algunos de los soportes de corto plazo que presentan los índices supone la confirmación de formaciones de techo potencial, lo que supone que se refrende la divergencia potencialmente bajista que venía mostrando el Dow Jones Transportes frente al Industrial. La ruptura alcista de la volatilidad es un hecho muy inquietante. Y los últimos patrones de vela mensuales son de tipo envolvente bajista, por lo que no requieren confirmación.
Con todo eso en la mano, se me hace muy complicado pensar en un mercado alcista en el corto plazo, y gana enteros la posibilidad de un movimiento lateral de más amplio término o -estas cosas no se pueden discriminar a priori- un mercado bajista relevante dentro del proceso alcista de largo plazo que está vigente en el mercado desde los mínimos de 2009. En Ágora Asesores Financieros EAFI hemos sugerido a nuestros clientes minoristas e institucionales coberturas del activo, situándose la exposición por debajo del 50 por ciento desde el pasado octubre. Si se pierden más soportes -siendo el 4.350 puntos del Nasdaq100 contado- seguiremos con ello, y sólo en el caso de que se superen los huecos bajistas dejados el pasado lunes, para configuración de potentes islas potencialmente bajistas en Europa y índices como el Nasdaq100, nos plantearíamos si hemos sido demasiado miedicas.