"El escándalo Gowex (MADRID:GOW) ha levantado una inmensa nube de polvo en el centro de la Bolsa. Lo que no resaltaron los medios, con idénticos o similares desmanes en el Mercado Alternativo Bursátil en los casos de Zinkia (MADRID:ZNK), madre de los muñecos Pocoyó, Bodaclik, que ayer se disolvió; el periódico Negocio; Suavitas (MADRID:SUA) y Nostrum, lo ha destacado con creces la empresa del mago Jenaro García. Ahora llegan los llantos, aunque ningún prohombre se ha rasgado las vestiduras ni nadie ha dimitido en el MAB u otros estamentos. Y lo que es peor, aparecen con furia los daños colaterales en esa política de seguidismo, efecto manada, que manifiestan la mayor parte de los gestores desde hace siglos. En las últimas cuarenta y ocho horas hemos visto papel a raudales, imposible de asimilar, en valores de baja y mediana capitalización, lo que en el argot bursátil siempre hemos denominado chicharros. Hemos asistido, también, a un crash en el Mercado Alternativo Bursátil, que por circunstancias de la vida se ha convertido en una alternativa miserable, una trampa para cazar ratones. La Bolsa no suele mirar el pasado, no suele conducir con el retrovisor. Eso es malo, porque hace que los errores se repitan. La Bolsa suele cotizar expectativas y ahora se ha cebado y cebará sobre los chicharros...".
"La Bolsa huele a fritanga de pescado de baja calidad, aunque algunos médicos dicen que aportan las grasas más saludables. El escándalo Gowex ha provocado una tocata y fuga del dinero. Entre unos y otros, entre todos la mataron. Hay, no obstante, razones fundamentales de mucho peso, superior al efecto contagio: las pymes-chicharros llevan años sin crédito y tratando de refinanciar sus deudas mayúsculas. Este hecho agravará el proceso...".
"La restricción del crédito está asfixiando a las pymes españolas mucho más que a las de otros países europeos. Es lo que ha avisado la Comisión Europea, pero la Bolsa, como ya ha demostrado en otros tantos casos advertidos y avisados, suele mirar para otro lado cuando ciertos consejos, como este, no le convienen. Los chicharros, valores de pequeña y mediana capitalización, valores con un volumen de acciones en circulación muy corto y, por derivación, con circuitos o corros de negociación muy cortos, vienen causando furor, unas veces, estragos, otras, entre los ávidos especuladores desde el verano pasado...".
"La llama de esta pasión, que no es nueva, por los valores desahuciados, es un fenómeno recurrente. Los expertos advierten de la fragilidad de sus cuentas de resultados y en las dificultades para obtener crédito y financiación, pero los bolsistas siguen echando gasolina al fuego para que dure la fiesta. Luego vendrán las quemaduras de primer grado y todo tipo de intoxicaciones, alimenticias o etílicas, que de todo habrá. Gowex es el penúltimo caso, el penúltimo fiasco. Habrá más. Es la Historia de la Bolsa...".
(De la conversación mantenida con el CEO de una sociedad de Bolsa, con más de 50 años de experiencia en estas lides).