Para retomar tras las fiestas navideñas estos artículos sobre gestión emocional hemos elegido un tema que es muy mencionado en los libros sobre trading y parece sencillo, pero que es de las habilidades más complejas una vez estamos dentro de una operación: dejar correr los beneficios.
Nos vamos a centrar, por tanto, en ese momento en el que el mercado se pone a favor de nuestra operación. Si en una operación todo va bien, ¿por qué nos ponemos tan nerviosos?
QUIERO ESE BENEFICIO ¡YA!
Debemos entender que cuando escribimos nuestro plan de trading, no solo definimos la manera de entrar al mercado, también es imprescindible determinar una salida en pérdidas (stop loss) y una salida en beneficios (profit target), pero todo esto lo definimos estando en un estado mental de calma, alejados del mercado. Cuando ejecutamos la operación pasamos a otro estado y en el momento en el que nos vemos con unos ticks de beneficios pasamos a otro estado emocional distinto. Este nuevo estado emocional está ligado a la preocupación de perder esos pocos ticks que ya tenemos seguros si nos salimos del mercado en ese preciso instante o, incluso aún peor, la posibilidad que la operación ganadora se torne negativa. A nivel físico podremos detectar cómo, posiblemente, se acelere nuestro ritmo cardíaco y nuestra respiración y notemos una mayor tensión muscular. Todo esto (pensamiento negativo sobre la operación y estado físico) actúa como una bola de nieve; va “in crescendo”, lo cual resulta en un aumento de la ansiedad. La reacción final, es decir, salir de la posición o recortar esta, si es que se opera con varios contratos de futuros o con acciones, no va a responder a nuestra estrategia de gestión de capital ni operativa, si no al alivio emocional que nos produce salir en positivo.
Podría usted pensar que, en un principio, nadie ha perdido una cuenta por salir en positivo de sus operaciones, pero debe tener en consideración que, si la acción de cortar el beneficio antes de llegar al predefinido en nuestro plan de trading se convierte en un hábito, podemos estar incurriendo en un gravísimo error. En nuestro plan de trading debemos tener unas normas prefijadas sobre cuando y bajo que circunstancias debemos permanecer en una operación, aún teniendo esta alguna oscilación en nuestra contra propia del mercado. Si al menor retroceso los nervios nos ganan la partida y cortamos el potencial beneficio de las operaciones, es posible que una estrategia rentable deje de serlo por lo escaso del beneficio obtenido en las operaciones ganadoras, por muchas que estas sean. Rompemos la ratio beneficio-riesgo previamente calculada al testear nuestra estrategia. En definitiva, nos estamos cargando la estrategia y estamos operando con un sistema distinto, aunque no lo parezca a simple vista.
Y mucho ojo; quiero dejar bien claro algo. De ninguna manera este artículo pretende insinuar que una vez dentro de una operación haya que permanecer en esta contra viento y marea hasta que alcance nuestro beneficio previamente marcado. No, no es eso lo que digo, ni mucho menos. Debemos ser conscientes del momento en el que las condiciones de mercado cambian de una manera tan adversa que nos lleve a pensar que la continuidad de nuestra operación no tiene sentido y es mejor salir con el beneficio que esté arrojando nuestra posición en ese momento. Todo esto, como no, debe responder a unas reglas que tendremos marcadas en nuestro plan de trading.
¿QUÉ PODEMOS HACER?
Dos frentes a trabajar: entrenar nuestra mente y adquirir confianza.
Al estar dentro de una posición ganadora y sufrir el más mínimo retroceso nuestra mente empezará a dialogar, a lanzar una serie de argumentos para salir cuanto antes con ese poco de beneficio que ya es nuestro. Esto va a provocar que usted aparte el foco de su concentración del cumplimiento de sus reglas y lo lleve a ese diálogo interno con el fin de responder a la perorata que lanza su mente. Esta es la clave: no responda. Ni usted, ni yo, ni nadie puede acallar los pensamiento o suprimir las emociones (tenemos un artículo sobre esto que puede leer AQUÍ). Lo que debemos practicar es la no respuesta, la observación pasiva de estos pensamiento y emociones y sacar lo positivo. ¿Qué es lo que tiene de positivo? El estado de alerta que crea. Si puede gestionar ese estado con el cumplimiento de las reglas de su plan habrá llegado a un estado emocional óptimo para gestionar posiciones. No es algo sencillo de lograr, pero se puede entrenar y mejorar.
Adquirir la confianza precisa para aguantar en una operación se logra con la práctica continuada de nuestro plan de trading y la revisión de su cumplimiento estricto por parte de un mentor. Es necesario no solo ver si entramos y salimos correctamente, si no, cobrar consciencia de lo que sucede después de frenar una operación. En su diario de trading (lea los dos artículos dedicados al diario de trading AQUÍ parte 1 y AQUÍ parte 2) debe haber un apartado en el que se refleje hasta donde ha llegado la operación. Esto tiene dos beneficios para el trader:
1.- Tomar confianza en que los recorridos previstos para tal operación se cumplen la mayoría de veces si se deja correr la operación.
2.- Poder monitorizar las operaciones para corregir lo necesario ante cambios en el mercado.
Una vez más se muestra el diario de trading como una herramienta imprescindible para el desarrollo del trader. No olvide apoyar los recorridos posteriores a sus salidas con una imagen. Ver las velas continuar su camino dejando atrás la marca donde el trader salió es una visión que le acompañará en la próxima sesión y le hará estar más pendiente de sus normas que del discurso mental que busca mantener su zona de confort a través de una recompensa inmediata, pero que puede hacerle a largo plazo perdedor.