El superávit de cuenta corriente de Japón se duplicó en abril comparado con el mismo mes del 2012 y la economía creció a un ritmo mucho más acelerado de lo esperado, señales alentadoras para las agresivas políticas del Gobierno para estimular el crecimiento pese a recientes turbulencias del mercado.
Datos publicados el lunes mostraron que la tercera mayor economía del mundo creció a una tasa anualizada de un 4,1 por ciento entre enero y marzo, un resultado mejor del pronóstico inicial de un 3,5 por ciento, lo que subraya una recuperación sostenida apoyada por las políticas de estímulo del primer ministro Shinzo Abe, conocidas como “Abenomics”.
El superávit por cuenta corriente fue de 750.000 millones de yenes (7.700 millones de dólares), un aumento de un 100,8 por ciento respecto al año anterior y mucho mayor que un pronóstico promedio del mercado de un superávit de 320.000 millones de yenes, según datos del Ministerio de Finanzas reportados el lunes.
Fuertes aumentos de las ganancias que incluyeron el rendimiento de las inversiones japonesas en el extranjero, impulsadas por un yen más débil, más que compensaron el déficit comercial, dijeron los analistas.
“Las exportaciones se están recuperando gradualmente a medida que el crecimiento en el extranjero se recupera, por lo que es una señal positiva”, dijo Junko Nishioka, economista jefe de RBS Securities Japan. “Pero el crecimiento de las exportaciones no es lo suficientemente sólido como para compensar los costos crecientes de importación”.
De manera similar, el fuerte dato del Producto Interno Bruto (PIB) también contuvo algunos indicios de cautela.
“El gasto de capital se sigue contrayendo, lo que muestra que aún cuando la ganancia corporativa está repuntando, las empresas están preocupadas acerca del panorama”, dijo Shuji Tonouchi, estratega senior de renta fija de Mitsubishi UFJ Securities. “Se teme el impacto sobre el crecimiento económico del alza al impuesto sobre las ventas”.
Los últimos datos llegan en momentos en que la volatilidad de los mercados arroja dudas sobre los “Abenomics”, una receta política de expansión monetaria y fiscal que busca poner fin a años de arraigada deflación y estancamiento económico.
Fuentes dijeron que el Banco de Japón evaluaría tomar medidas para frenar la volatilidad del mercado de bonos del Gobierno durante una reunión de política que concluirá el martes. Las bruscas alzas en los rendimientos de los papeles amenazan con socavar su objetivo de sacar a la economía de una deflación que dura ya casi dos décadas.
La expectativa de una intervención del banco elevó los precios de los bonos del Gobierno japonés el lunes.
Además, el dato del PIB ayudó a impulsar a las acciones en Tokio, donde el promedio Nikkei subió un 4,9 por ciento, su mejor avance intra día desde marzo del 2011, principalmente como resultado de cifras mejores a las esperadas para el mercado laboral estadounidense.
ÁNIMO POSITIVO
Los efectos de un yen más débil han tenido un mayor impacto en el aumento del costo de las importaciones que impulsando el crecimiento de las exportaciones, lo que representa un desafío para el ambicioso objetivo de Abe de poner a Japón en una senda de crecimiento sostenible a largo plazo.
Los préstamos bancarios subieron un 1,8 por ciento en mayo respecto al año anterior, el mayor incremento anual desde agosto del 2009, en una señal de que la política monetaria ultraflexible del Banco de Japón está llevando a las empresas a gastar más.
En una muestra del ánimo positivo producto del “Abenomics”, la confianza del consumidor japonés mejoró en mayo por quinto mes seguido, según un sondeo del Gobierno, lo que apunta a un consumo privado firme. El Gobierno mejoró su visión sobre la confianza del consumidor, diciendo que el sentimiento está fortaleciéndose.